Benidorm es una de las ciudades del mundo con una mejor eficiencia en la red hídrica. Cuando la amenaza de la sequía preocupa en España, la capital turística de la Comunitat Valenciana presume de aprovechar los recursos y no malgastarlos. Una de las claves para ello es ser conscientes de la escasez del recurso y su urbanismo vertical.
Pero ¿qué significa esa eficiencia? Básicamente, que apenas hay fugas ya que el agua potable que entra en el sistema no se pierde en sus tuberías. Esta es una de las más grandes preocupaciones que tienen los Ayuntamientos y compañías gestoras cuando se trata de administrar este recurso.
Y eso se puede medir en porcentaje ya que gracias a su control se sabe cuánta entra y cuánta se consume. En el caso de Benidorm, la eficiencia media está en el 95 % y llegó al 96,4 % el agosto del 2022. Y cuando hay sequía, como la está sufriendo en particular Cataluña actualmente, este es un problema que preocupa mucho.
Al repasar esas cifras, Ciriaco Clemente señala que "ya no hay margen de mejora, el reto es mantenerlas". A él, como gerente de la compañía Hidraqua en Benidorm, le corresponde asumir la responsabilidad de conseguir unos datos "que podemos calificar casi de inmejorables".
En una zona de gran estrés hídrico como la provincia de Alicante a causa de la falta de recursos naturales, los expertos ya valoran la importancia de que al abrir un grifo salga el agua con normalidad. Con Benidorm en particular hay que sumar un factor extra recuerda Clemente, "es una población que ronda las 70.000 personas censadas, pero en verano está por encima de las 400.000. La ciudad tiene que estar preparada para los momentos de consumo menor y las puntas sin que se note".
El alcalde Toni Pérez así lo valora: "Somos una tierra que siempre ha tenido que hacer de la necesidad virtud". Eso, como inmediatamente destaca, "pasa por muchísima inversión".
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Un concepto que comparte Clemente. "Las infraestructuras hidráulicas son muy caras y a veces los Ayuntamientos prefieren destinarlos a otra cosa, pero el Ayuntamiento de Benidorm nunca ha escatimado en esos temas", razona, "precisamente porque sabía que la industria del turismo lo necesitaba y no podía fallar bajo ningún concepto ni en cantidad ni en calidad".
Pérez valora el trabajo hecho y recalca esa herencia del pasado. "Tiene en su génesis del plan general de 1956 una apuesta por respetar el territorio porque consumimos muy poco suelo, pero consumimos el cielo. Y eso tiene como consecuencia, una gran gestión de los servicios, entre ellos el agua", explica. Unas ideas que vienen a conformar lo que llama "el modelo de sostenibilidad que para el mundo es el modelo Benidorm".
La construcción en vertical, como indica Clemente, "le da una eficiencia añadida que otras ciudades no tienen porque son más extensas y tienen más kilómetros de red para abastecer al mismo número de viviendas". Ese, recalca, es uno de "los puntos de éxito que le han dado a Benidorm esos niveles de eficiencia".
Si bien Pérez señala que "Benidorm tiene que hacer esfuerzos permanentes para que la gente conozca este modelo", también valora que "nos posiciona y nos sitúa entre los más altos de Europa y al lado de grandes ciudades que hacen una gran inversión por mantener el ciclo integral del agua".