La preparación para los efectos del cambio climático es esencial para la planificación urbana y mejorar la resiliencia de la ciudad. Este es uno de los objetivos con los que trabaja la Cátedra Aguas de Alicante de Cambio Climático de la UA. Esta semana presentan los resultados de su análisis y cómo se ha adaptado la red de drenaje, que la sitúan "entre las más punteras del país".
El detallado informe se centra en los datos hidrometeorológicos locales y cómo los efectos del cambio climático se pueden aplicar a la ciudad de Alicante. El trabajo hecho por la compañía de Aguas en colaboración con la universidad es el segundo que presentan este año dentro de la cátedra que mantienen ambas entidades.
Jorge Olcina, director de esta cátedra, además de catedrático de Análisis Geográfico Regional en dicha universidad y director de su Laboratorio de Climatología, se ha encargado con Luis Cutillas, responsable del departamento de Explotación de la Red de Drenaje Urbano en Aguas de Alicante, de su presentación.
¿Qué es lo que hace Alicante tan avanzada? Como destacan a través de un comunicado, la clave es que se trata de una red ampliamente sensorizada y telecontrolada, a través de las últimas tecnologías para su operación y mantenimiento. Gracias a eso, destacan, mejora en su eficiencia ante eventos de lluvia.
El informe subraya que resulta imprescindible anticipar los cambios hidrometeorológicos futuros, sobre todo los relacionados con las precipitaciones extremas en la ciudad. El objetivo es utilizar esa información como base al desarrollo de los planes generales o estratégicos que han de regir su evolución, mejorando la resiliencia de la ciudad.
Olcina y Cutillas han repasado los efectos del cambio climático en Alicante y su vinculación con la gestión del drenaje urbano que lleva a cabo la empresa mixta Aguas de Alicante. Así subrayan que la coordinación entre gestoras del agua, empresa de servicios climáticos y las administraciones es indispensable para establecer las condiciones futuras que han de regir el proceso de evolución de la red de drenaje.
La importancia de ese trabajo lo centran en los resultados a partir del estudio de los datos de los últimos 80 años de temperatura y precipitación en la ciudad, proporcionados por el observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en el barrio de Ciudad Jardín.
De ahí que destacan el amplio contraste que hay en la provincia de Alicante, resultado de la compleja y accidentada orografía más su exposición marítima. Eso da lugar a dos áreas climáticas principales, la septentrional, con precipitaciones que pueden superar los 1.000 mm/año (ligadas en general a cortos períodos de lluvias intensas y abundantes) y la centromeridional (caracterizada por un ambiente semiárido o árido a sotavento de las borrascas atlánticas, con valores medios de precipitación inferiores a 300 mm/año).
El informe apunta que en los últimos 30 años se evidencia un claro descenso de las precipitaciones de intensidad moderada en pos de aquellas con intensidades fuertes, muy fuertes o torrenciales, cuyo incremento es también evidente.