La Universidad de Alicante, entre las primeras de España en solicitud de patentes: "Sin ese apoyo, no inventaríamos"
La vicerrectora María Jesús Pastor destaca que el objetivo no es solo conseguir el registro, sino que las empresas las apliquen.
Solo en la última década, la Universidad de Alicante está entre las diez primeras de España que más solicitudes de patentes presenta. Un éxito que la ha llevado, incluso a estar entre las cinco primeras en dos ocasiones: 2015 y 2022. Los investigadores valoran el trabajo que se realiza para fomentarlo: "Sin ese apoyo, no inventaríamos".
La vicerrectora de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica, María Jesús Pastor, destaca que su labor es "dar apoyo no solamente en las patentes, intentamos dar apoyo siempre para que los investigadores se dediquen a lo que saben hacer".
En uno de los despachos de esta área junto a Pastor están dos de sus directores del área de Transferencia: José Luis Todolí y Víctor Pérez. Este último explica la importancia de proteger una tecnología para ofrecer su uso como ventaja a las empresas y que solo ellas puedan explotar ese determinado avance.
"Lo más difícil es transferir esa patente a las empresas", señala Pérez Lozano. Y para que sea más fácil la labor, crearon la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación. En ella "técnicos especializados en conocer todas las patentes y líneas que tenemos en la universidad y de conocer todas las necesidades de la empresa los casan".
Lozano destaca que de "nuestra cartera de patentes, el 15 % la tenemos licenciada". Una cifra que considera positiva dado lo complicado que es de conseguir ese traspaso. Ese porcentaje representa a 44 licencias en vigor gracias a los contratos firmados y que generan ingresos por derechos.
La vicerrectora destaca precisamente ese factor al reiterar que "el objetivo es transferir y aplicar, no solamente decir mira cuántas patentes tengo". "La razón de proteger es que luego la empresa quiera explotarlo porque tiene esa ventaja", agrega.
Todolí Torró lo sabe por partida doble, como investigador y en su cargo de director de Secretariado de Transferencia de Conocimiento. En lo primero patentó un sistema de desinfección de la horchata mediante radiación ultravioleta que aporta la ventaja de que es "muy barato y consume muy poca energía" además de que se puede aplicar "las veces que quieras".
Este "es un caso peculiar también por lo siguiente: normalmente, las patentes se licencian en exclusiva a una empresa. Lo bueno que tiene esta patente es que la hemos licenciado en exclusiva solo para la horchata. Con lo cual, la misma patente la tenemos ahora disponible, por ejemplo, para desinfectar vinos en bodegas, o yogures, o leches".
La vicerrectora usa este caso como prueba de la conexión con el territorio. "Hacemos el esfuerzo de que nos conozcan aquí" y que "con esa aplicación de la investigación que se hace queremos tener ese servicio social". En un entorno de tejido empresarial son pequeñas y medianas empresas, la UA es su laboratorio.
Más allá de la protección que ofrecen las patentes, los tres remarcan que hay otras opciones útiles como el secreto empresarial o el modelo de utilidad. "Como investigador, este área nos apoya de una manera que, si no fuera así, no inventaríamos nada directamente", razona Todolí.