"Benidorm se reinventa cada día". Con estas palabras ha cerrado el acto del proyecto de hotel más robotizado de Europa la consellera de Turismo, Industria e Innovación, Nuria Montes, en el Climia Benidorm Plaza. Un proyecto llevado a cabo por la empresa alicantina Bumerania Robotics del CEO Isidro Fernández, junto al hotel del presidente de la patronal hotelera benidormí (Hosbec), Fede Fuster.
Tecnología alicantina para un hotel benidormí con solera, como el Climia Benidorm Plaza que supondrá, en palabras de los presentes, una "revolución en la forma en la que los hoteles entienden la hospitalidad, liberando a esos trabajadores de los cometidos mecánicos y sin valor, para poner toda su atención a disposición del cliente.
Fuster ha comparado esta revolución tecnológica con la llegada de los lavavajillas a las cocinas, que no quitaron trabajo a nadie sino que "liberaron a los trabajadores para poder llevara a cabo otras tareas de más valor". El hotelero, ha insistido en este sentido en la necesidad de la innovación continua en el sector, con máquinas capaces de hacer desde el chek in a limpiar las placas solares para que sean más eficientes.
Desde Bumerania, una empresa de tan solo 5 años de existencia en el Parque científico de la Universidad de Alicante (UA), han presentado toda la gama de robots que trabajarán en el hotel y sus planes de crecimiento en al menos 10 países a finales del año que viene.
El Greetingrot, un recepcionista asistido por inteligencia artificial que puede llevará a cabo todos los cometidos, incluso imprimir una llave de habitación, y que maneja 30 idiomas, para agilizar los trámites e incluso acompañar al huésped con algún tipo de discapacidad.
El Luckibot Pro, quizás el más conocido por el público de muchos restaurantes, capaz de llevar hasta 50 kilogramos de peso trasportando comida o recogiendo platos sucios, al tiempo que atiende a los comensales. Un robot que en forma de renting le puede costar 180 euros al mes al hotel y trabajar de sol a sol de lunes a domingo como complemento a los camareros humanos.
Robots de servicio de habitaciones capaces de accionar por sí mismo el ascensor y llevar a los huéspedes de forma discreta todo lo que requieran, robots de limpieza, brazos mecánicos para servir cerveza como el mejor cervecero experimentado o mesas interactivas con toda la información diarios y juegos capaces de entretener mientras mandan la comanda a la cocina.
El Climia Benidorm Plaza se convierte en este mismo presente en el hotel del futuro, porque el objetivo compartido, ha recordado la consellera, "es que el valor diferencial del ser humano se centre en la hospitalidad", incorporando al mundo hotelero todas las revoluciones tecnológicas posibles con el objeto de mejorar la experiencia del cliente.