La compañía tecnológica Verne Telecom ha comenzado a ejecutar los 75 despidos por el ERE presentado el pasado 14 de noviembre fundamentado en causas económicas, productivas y organizativas. Los trabajadores afectados de Alicante, Málaga, Valencia, Granada y Castellón han recibido ya las cartas de despido en las que se detallan la situación de la empresa que ha motivado el ERE.
Según se recoge en esas cartas, los ingresos de la compañía alicantina correspondientes a 2023 "han sido inferiores a los ingresos del año anterior, es decir, 2022, en -9.301.074 euros (un -13,38% de caída en términos relativos), estimándose que la caída sea incluso superior para la presente anualidad de 2024, pues se prevé que los Ingresos pasen a ser de tan solo 50.558.350 euros a final de año, lo que supone una nueva contracción de la cifra de negocios en tan solo un año de -9.647.294 euros (receso del -16 %).
De este modo, en el año 2024 el Importe Neto de la Cifra de Negocios "se verá reducido en un -29,38 %" lo que equivale según la compañía a casi 19 millones de euros de pérdidas respecto a 2022.
La empresa alega, asimismo, que "se ha producido una disminución persistente del nivel de ingresos ordinarios durante los tres últimos trimestres" y estima que "dicha tendencia negativa de descenso de ingresos seguirá existiendo durante los dos últimos trimestres del año 2024".
Frente a esa situación de pérdidas, en 2023 la partida de gasto de personal ha aumentado sus costes en casi 50.000 euros respecto al año anterior llegando a más de 16,3 millones de euros anuales.
"Esta situación, conlleva que la Dirección de la Compañía deba acomodar los servicios prestados y los recursos que en ellos se emplean, a su situación económica actual, marcada por una necesidad de contención y ahorro de costes en virtud de los menores ingresos existentes", explica la compañía en la notificación de los despidos.
Además, y ya en los criterios organizativos, la empresa argumenta que "tras la fusión de las operadoras Orange y MásMóvil en MasOrange, Verne Telecom ha perdido la actividad que tenía asignada a favor de Orange en las provincias de Tarragona y Castellón, cesando igualmente los servicios que tenía asignados de MásMóvil en las provincias de Granada y Málaga".
"Dicha fusión implica igualmente para Verne Telecom la pérdida de captación en torno a un 20% de cuota de banda ancha en instalación de nuevas altas". Además, "la Compañía ha sufrido una caída abrupta de su actividad en el área de negocio de I+M".
"El nuevo operador, MasOrange, ha comunicado a la compañía el cese de servicios de mantenimiento, lo que supone, en consecuencia, que la Compañía perderá a partir de 2025 un volumen de facturación anual de en torno a 730.000 euros y la actividad relacionada con ello", prosigue el escrito que cita también a otros clientes como Finetwork u Onena.
También, en el ámbito de la energía, Verne aduce que se ha producido "una drástica contracción de la actividad de Energía, como se pone de manifiesto por el hecho de que en los ejercicios 2022 y 2023 la facturación del área de negocio de Energía fue de 12.924.891 euros y 12.984.361 euros, respectivamente, mientras que en 2024 se estima que apenas alcanzará 5.961.347 euros. Es decir, se prevé una minoración de más de la mitad de dicha área de negocio, en concreto, se contrae nada más y nada menos que un –54 %".
Por su parte, la compañía expresa a los trabajadores despedidos que ya ha acometido otra reducción de gastos como que se ha dejado de desarrollar una nueva página web, se ha reducido la inversión en medios, en comunicación interna y RSC, se ha eliminado alquiler de la oficina de Madrid y no se ha implementado un software de RRHH.
Además, se ha paralizado el proceso de Migración de ERP, se han reducido los servicios de Ciberseguridad y de Consultoría Externa, se ha dejado de contratar un servicio lobby y se ha procedido a la eliminación de la formación y de la subcontratación de la selección de talento.