La oleada de optimismo que ha recorrido durante las dos últimas semanas al sector turístico valenciano ha supuesto una catarsis después de 18 meses de penurias. La buena respuesta del turismo nacional, así como el crecimiento de mercados hasta ahora secundarios como el francés, han permitido cerrar "el solomillo" de la temporada alta con las mejores cifras de ocupación desde que empezó la pandemia. Entre el 16 y el 22, Benidorm tuvo nueve de cada diez camas ocupadas, con algo más del 80% de sus 120 hoteles abiertos.
Esta euforia se ha trasladado rápidamente a la clase política, empezando por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien esta semana se jactó de que las cifras turísticas son, "en algunos parámeytros, incluso mejores que las de 2019".
El problema es que los empresarios no comparten ese entusiasmo. La patronal de Benidorm, Hosbec, envió este martes un comunicado en el que explicaba que no se mostraba "tan optimistas como los políticos en su valoración de la temporada". "No podemos olvidar que han sido solo cuatro semanas de producción normalizada frente a 18 meses de crisis", indicó Toni Mayor, presidente de Hosbec.
Julio, de hecho, fue un mes con ocupaciones del 60% "cuando lo normal sería superar el 90%", y la Comunidad Valenciana "tuvo el 90% de la planta hotelera cerrada hasta el mes de junio en el que se empezó la reapertura de hoteles", agregó.
"Indudablemente estamos contentos con la producción de agosto, sobre todo porque teníamos peores pronósticos en julio cuando se tuvieron que poner en marcha nuevas medidas restrictivas, pero ahora la gran incógnita va a ser septiembre y el otoño, una vez que el turismo familiar regrese a sus cuarteles de invierno por la Vuelta al Cole" informó Mayor.
Caída en la última semana
El descenso, según las mismas fuentes, ya se ha hecho notar: las previsiones de ocupación hotelera para la última semana del mes "muestran ya que el mercado afloja presión se espera una ocupación entre el 75 y el 85%".
"En estos momentos todos los ojos están puestos en la revisión de semáforo que hará Reino Unido el próximo día 26 de agosto, aunque no se esperan grandes novedades y previsiblemente España mantendrá su estatus de ámbar", explicó Hosbec.
Una de las principales apuestas del Ejecutivo autonómico para tratar de desestacionalizar la oferta es el bono turístico, que entre octubre y diciembre subvencionará 12.500 paquetes por unos seis millones de euros. Sin embargo, esta medida sola no basta, y los hoteles tampoco confían en el Imserso porque el pliego ha mantenido "unos precios prácticamente insostenibles".
La clave, pues, para esta temporada baja será cómo evolucione el mercado internacional. Los hoteleros consideran "necesario" que se eliminen las restricciones a volar y se reduzcan las pruebas y su coste sobre todo para personas vacunadas con pauta completa para incrementar la movilidad.
La evolución de las restricciones de Reino Unido, en particular, es lo que más preocupa a los empresarios valencianos, quienes cuentan con los clientes británicos para desestacionalizar la oferta. "La turoperación europea se juega mucho también en este próximo otoño-invierno", sentenció Mayor.