La lenta pero progresiva recuperación del primer mercado turístico internacional para la Comunidad Valenciana, el británico, continúa su curso. Para este fin de semana el aeropuerto alicantino de El Altet tiene previsto operar 333 vuelos con origen o destino Reino Unido, lo que supone prácticamente un tercio del operativo total de 1.024 vuelos.
En 2019 el 40% del tráfico de la infraestructura dependía del país anglosajón, por lo que el aeropuerto de Alicante-Elche está cerca de recuperar la cuota que tenía antes de la pandemia. El problema, según comentaron fuentes conocedoras de estas operaciones, es que "la ocupación aún es muy baja" porque "hay más oferta que demanda".
Se estima que los vuelos de Reino Unido tienen actualmente un 55% de ocupación, lo que supone una ligera mejoría respecto al verano, en el que había menos vuelos y con un 50% de ocupación. Este dato reafirma las sensaciones de la patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, quien esta semana informó de que la cuota de británicos se había triplicado a mediados de mes (un 15%) con respecto al verano.
Sin embargo, las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL reconocieron que "aún queda un largo trecho para hablar de recuperación completa", y apuntaron a que a finales de este mes el Gobierno de Reino Unido podría retirar ya todas las limitaciones para que los vacunados con pauta completa viajen. "Hay aviones, ahora solo falta que se llenen", aseguraron.
La recuperación de Reino Unido es esencial para la temporada baja en la Costa Blanca: junto al Imserso, son las dos principales patas en las que se sustenta la apertura de hoteles durante los meses de invierno. Normalmente ciudades como Benidorm tienen un 75% de sus establecimientos abiertos en temporada baja, pero sin uno de estos dos elementos es muy probable que un número muy elevado de hoteles cierre.
La incógnita del cliente español
La otra gran baza del sector en la Comunidad Valenciana es el cliente nacional, primer mercado absoluto para la región. Pero cuenta con el hándicap de que el turismo familiar se desactiva definitivamente a partir de octubre y solo se desplaza durante los puentes o en fin de semana.
Al respecto, iniciativas como el bono viaje que ha puesto en marcha la Generalitat Valenciana suponen un revulsivo pero con un impacto limitado, porque el número de paquetes no es demasiado elevado debido a que las subvenciones que se dan son muy cuantiosas (el 70% del paquete, hasta 600 euros).
Precisamente por esto los empresarios han solicitado "rediseñar el programa" a partir del año que viene, reduciendo los importes y aumentando el número mínimo de pernoctaciones. El objetivo, dicen, es tener un bono "más distribuido" y que llegue a más negocios.