"No hay sitio". Con esa frase el equipo del presidente de la Generalitat Ximo Puig ha vetado a Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante y del patronato de turismo Costa Blanca. Así ha impedido este lunes la entrada en una reunión con la asociación de agencias de viaje de Reino Unido, ABTA.

Este desplante se ha producido en medio de la feria World Travel Market que está acogiendo la capital británica. Un lugar en el que precisamente ambas administraciones tenían previsto presentar el plan en el que colaboran para acelerar las reservas de visitantes británicos. En esa presentación oficial tampoco ha habido representantes de la Generalitat.

El choque directo entre ambos líderes se ha producido por la tarde. Una vez cerrados los actos oficiales de la mañana, el jefe del Consell ha llegado desde Valencia acompañado por sus técnicos y el grupo de periodistas. Allí ha acudido a la citada reunión con Abta, donde sí han estado el secretario autonómico de turismo y su director general, el alcalde de Benidorm, el presidente de Hosbec y el conseller de Obras Públicas.

Mazón, como presidente del patronato, ha mostrado su interés por estar allí presente. Y la respuesta fue clara, concisa y contundente: "No hay sitio. El presidente de la Generalitat tiene su agenda". Tras el desplante de la mañana, este nuevo posicionamiento ha colmado la paciencia de los representantes de la Diputación de Alicante que han decidido marcharse.   

Las competencias

Fuentes de la Generalitat han criticado la actitud mantenida por el presidente de la Diputación en un evento que, recalcan, estaba organizado desde el Consell. "La teníamos prevista desde hace días, si quería participar podría haber llamado antes", explican.

Y es que ahí han querido dejar muy claro cuál es el territorio en el que se mueven. "Lo que tienen que hacer, si quieren sumarse a esto", es saber que "la Generalitat es la que tiene las competencias. Y ellos no tienen". De ahí que concluyan, "Mazón ha intentado colarse en la reunión. Es un okupa".

 

Enfrentamientos

No es la primera vez que el desplante de Ximo Puig a Carlos Mazón adopta un carácter público. A finales de agosto, ya se conocieron los desencuentros en los preparativos de la reunión que debían haber tenido como presidentes de la Generalitat Valenciana y de la Diputación de Alicante. 

En la reunión de septiembre, finalmente, no acudió Puig como jefe del Consell. E hicieron público a través de agencia que la posibilidad de que hubiera acudido a la bilateral no se había barajado en ningún momento.

Entonces se interpretó que la actitud de la Generalitat era muy diferente de la que se mantiene con las diputaciones de Castellón y Valencia. Ambas, dirigidas por representantes del mismo partido que el propio Ximo Puig.

Volver a enfrentarse, en este caso mediante un desplante ante los promotores extranjeros, se considera un "desprecio a la Costa Blanca". Una posición que contrasta con la colaboración que, hasta ahora, han mantenido los técnicos de las respectivas administraciones al trabajar en uno de los sectores más destacados en la economía de la Comunidad Valenciana.