Alicante

La tasa turística que los tres partidos del Botánicos (PSOE, Compromís y Podemos) se han comprometido a impulsar antes del mes de abril se aplicaría principalmente en Valencia, debido a la negativa del resto de grandes municipios turísticos a aumentar la presión fiscal sobre la actividad. En la provincia de Alicante en concreto, donde se desarrolla la mayor parte de la actividad turística valenciana, ni Benidorm, ni Alicante ni Torrevieja impondrán este impuesto a los viajeros.

Se trata, además, de una cuestión política. En Benidorm gobierna el PP con mayoría absoluta, al igual que en Torrevieja. La directriz del presidente autonómico del partido, Carlos Mazón, es la bajada de impuestos (en la Diputación, institución que preside, ha rebajado los tributos propios como el Impuesto de Actividades Económicas), por lo que ningún municipio gobernado por los populares aplicará la tasa turística. 

En Alicante los populares forman coalición con Ciudadanos, partido que controla el Patronato de Turismo y que no está por la labor de aplicar ningún nuevo tributo. Este miércoles el diputado y coordinador provincial del partido, Javier Gutiérrez, aseguró que el gravamen que se diseñará en 2022 "es el regalo de Navidad que nos deja el Botánico, con un PSOE veleta que el mes pasado decía una cosa y hoy dice otra". 

Sin embargo, lo cierto es que ni siquiera algunos municipios del PSOE darán el visto bueno al impuesto . Es el caso de Cullera, cuyo alcalde, Jordi Mayor ha asegurado que gobierna "una ciudad libre de tasas turísticas. No las quiere el sector y no las quiere el Ayuntamiento".

Se da así la paradoja de que los socialistas apoyan una propuesta para diseñar la tasa en las Cortes pero rechazan su aplicación a nivel municipal, al menos en algunas localidades. Esta tensión interna tiene su mejor ejemplo en el secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Ciolomer, quien este miércoles juró y perjuró que no sabía nada del acuerdo al que había llegado el síndico socialista en las Cortes, Manolo Mata, 24 horas antes con sus socios parlamentarios. 

Así las cosas, la única ciudad turística relevante que probablemente apoye la tasa sea Valencia, donde Compromís gobierna con el concurso del PSOE. Y no parece que en este caso concreto el grupo municipal opine como el alcalde de Cullera.  

Facpyme: "Es un ataque frontal a Alicante"

Mientras tanto, las reacciones empresariales contrarias al acuerdo entre los partidos del Botánico no dejan de sucederse. Además de Hosbec y la CEV, el presidente de la Federación del Comercio y Pymes de la provincia de Alicante (Facpyme), Carlos Baño, critica el acuerdo alcanzado para implantar una tasaque grave las pernoctaciones en alojamientos de la Comunidad Valenciana.

"Es un ataque frontal al principal sector económico de la Comunidad Valenciana y de la provincia de Alicante y los empresarios alicantinos no podemos quedarnos callados", señala Baño. "Estamos en una situación muy complicada a causa de la crisis de la Covid-19 y esta decisión, absolutamente irresponsable e incoherente, porque mientras hablan de recuperación y de no dejar a nadie atrás, ponen otro obstáculo a la recuperación en un momento en el que miles de negocios están luchando cada día por seguir levantando la persiana y por mantener los puestos de trabajo".

En este sentido, el presidente de Facpyme alerta del "daño que puede provocar en el sector turístico", pero también en sectores estrechamente vinculados como son el comercio y la hostelería. "Son sectores hermanos, que generan empleo, dinamismo económico y social, y por tanto este nuevo impuesto va directo a la línea de flotación de la economía alicantina".

Baño considera que la tasa turística "es inaceptable, tiene un afán recaudatorio y un interés puramente político, y aleja al Gobierno Valenciano de la realidad que viven miles de empresarios y ciudadanos que trabajan en estos sectores y que se esfuerzan cada día por crear empleo y riqueza".

"No se entiende que se adopte una medida de este calado sin escuchar la voz del sector y del máximo responsable de la política turística de la Comunidad Valenciana -continúa-. Es un insulto al sector y es lamentable que la Generalitat le haya dado la espalda en un momento en el que lo que se necesita es que todos ayudemos y arrimemos el hombro".

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