Benidorm

El turismo valenciano y, en particular, el de la Costa Blanca, está atravesando el peor momento del año. El auge de contagios por la variante ómicron, el retraso en la comercialización de viajes del Imserso y las restricciones a la llegada de viajeros internacionales han cerrado más de la mitad de la planta hotelera de Benidorm. Aún así su patronal, Hosbec, considera que es "una suerte" que esta coyuntura se haya dado en los meses más flojos de la temporada baja: "En pleno verano sería un destrozo". 

El problema es que, de momento, las reservas para la temporada alta son un desierto. El coronavirus ha acentuado el modelo de contratación de última hora, ya no solo ante la posibilidad de que los establecimientos hagan descuentos, sino porque el mapa cambiante de las restricciones en los distintos países y comunidades autónomas complica los desplazamientos. 

De hecho, durante los meses de invierno el mercado más importante era el británico, que reserva con seis meses de antelación. Lo que pasa es que hasta ahora estaba completamente desactivado por las medidas exigidas por el Gobierno de Reino Unido para entrar en el país, lo que ha complicado mucho incluso las escapadas de fin de semana. 

Según los datos que maneja Hosbec, en un enero normal habría unos 11.000 turistas británicos alojados en Benidorm. Actualmente hay aproximadamente "un 10%" de esa cantidad.

El fin de las pruebas 

En medio de esta coyuntura, una noticia ha sido acogida con cierto optimismo por los empresarios turísticos: la eliminación del requisito de prueba diagnóstica negativa para entrar en Reino Unido, y que los viajeros tampoco tendrán que aislarse tras su llegada hasta obtener el resultado de una PCR.

El primer ministro británico, Boris Johnson, informó en una comparecencia que desde el viernes pasado se eliminarían estas restricciones debido a que la variante ómicron de la Covid-19 tiene "un impacto limitado" en el sistema sanitario, con cuadros más leves. 

"Supone un cambio de mentalidad claro respecto a lo que había hasta ahora", explica la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes. "Y puede suponer un punto de inflexión de cara al verano". 

El otro factor determinante son los requisitos del Gobierno español, quien exige un certidicado de vacunación con pauta completa para entrar en el país. El problema de esto es que los adolescentes ingleses (en concreto la franja que va de los 12 a los 17 años) ya ha recibido la primera dosis de la vacuna, pero no ha pasado el tiempo suficiente como para recibir la segunda. 

Tanto empresarios como operadores han solicitado sin éxito al Ejecutivo que sustituya la petición del pasaporte a esas edades por una prueba PCR. El resultado es que ha habido una oleada de cancelaciones automáticas de importantes compañías para la Costa Blanca como Jet2, quienes consideran que no se podrá retomar el operativo habitual hasta, como mínimo, "la segunda mitad del invierno". 

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