La nueva tasa turística valenciana, acordada por los tres partidos del Botánico (PSOE, Compromís y Podemos), y que se pondrá en marcha en 2024 aún sin el consenso del sector, ha provocado una reacción inmediata entre los empresarios, quienes la consideran "una burla" en "en el peor momento económico que está atravesando la economía valenciana, española y mundial en décadas".

"Los empresarios turísticos no damos crédito al empecinamiento de los diputados del Botánico en las Cortes valencianas, que continúan con su particular venganza contra todo lo que huela a turismo", explicó la patronal Hosbec en un comunicado. "No se puede explicar esta actitud de continuar con la tramitación de una tasa turística que nadie quiere y que nadie va a implantar si no es desde el punto de vista de una élite acomodada que vive en un mundo irreal exento de dificultades", indicaron las mismas fuentes.

"Mientras que los diputados de Compromís, Podemos y algunos del PSPV se entretienen con esta iniciativa, los ciudadanos y los sectores empresariales luchamos por superar esta grave crisis económica en la que ya estamos inmersos", explicó el presidente de Hosbec, Antoni Mayor.

"Es cuando menos absurdo e incomprensible que el Gobierno Valenciano esté haciendo encaje de bolillos para cuadrar una rebaja de impuestos y tasas y mientras estos diputados pierden el tiempo y nuestro dinero entreteniéndose en arruinar la campaña turística", agregó. Para Mayor, "a los palos que están recibiendo los consumidores en forma de inflación, coste de la energía e incremento de todos sus gastos, no se puede sumar un nuevo palo en forma de impuesto turístico".

 

El sector turístico "está muy preocupado además por el peor momento elegido por el Botánico para anunciar un nuevo impuesto: a las puertas de la primera Semana Santa de normalidad, con una guerra y una crisis económica galopante y con una pandemia que todavía no ha acabado".

"Nos deberíamos ahorrar la mala imagen que estamos dando. Con ese mensaje de impuestos se está generando una sensación de que los turistas molestan y no son bien recibidos, todo lo contrario al espíritu de Hospitalidad en el que hemos venido trabajando durante los últimos 7 años junto con los responsables del turismo valenciano", manifestó el hotelero.

El "gran error" de la Copa América

Por otra parte, en Hosbec se mostraron "muy críticos con la actitud de los responsables de Ayuntamiento de Valencia de dejar pasar la oportunidad de volver a ser la sede de la Copa América". "Es inaudito que, teniendo las mejores instalaciones de España, teniendo la oportunidad de ser de nuevo un referente internacional con tanta repercusión y retorno, el Ayuntamiento no haya movido ni un dedo para volver a ser la sede", afirmó Mayor. 

"Si Barcelona está exultante con su designación es porque es un gran evento de gran trascendencia. La actitud del Ayuntamiento de Valencia con la Copa América y con la tasa turística solo demuestra su animadversión contra todo lo que huela a turismo y a progreso que no les interesa en absoluto", añadió el empresario.

 

Respecto a las declaraciones del alcalde de la ciudad, Joan Ribó (Compromís), que considera "terrorífica la postura contraria a este impuesto porque no va contra ningún residente ni perjudica a ningún valenciano", revelan "el más absoluto desconocimiento no sólo de su ciudad, sino del funcionamiento del turismo como actividad económica".

"Siguiendo con su misma calificación, lo terrorífico es que el alcalde no sepa que en Valencia se generan muchas más pernoctaciones en alojamientos de economía sumergida que nunca pagarán tasa y más terrorífico aun que no sepa cómo funciona el revenue en los procesos de venta: un sólo euro marca la diferencia de posicionamiento de hoteles, como para no hacerlo con un destino que no es Roma ni París ni Ámsterdam", concluyeron las mismas fuentes.