La tasa turística valenciana, cuya tramitación fue aprobada la semana pasada por PSOE, Compromís y Unidas Podemos en las Cortes valencianas, es un instrumento "ineficaz e inoportuno" en el momento actual, según un informe de 118 páginas elaborado por el economista, ingeniero y profesor de la Universidad de Alicante Armando Ortuño y un equipo de otras cuatro personas (María Reyes González, José Luis Gascó, Jairo Casares y Francisco Monllor).
En concreto, los expertos consideran que "actualmente y, al menos, en el medio plazo, no se considera oportuna la imposición de la tasa turística" en la Comunidad Valenciana por motivos fundamentalmente económicos. Entre ellos, que su potencial aplicación "no se relaciona con la actividad turística en general, sino con un determinado modelo de desarrollo turístico" que excluye, por ejemplo, el alojamiento alegal.
En este sentido, recuerdan que en la Comunidad Valenciana el alojamiento reglado "supone solo el 44 % de los turistas (apenas un 23% de las pernoctaciones) frente al 60 % en Cataluña y el 80 % en Islas Baleares", las comunidades autónomas que aplican la tasa turística en España. Sería, por lo tanto, un impuesto que gravaría a una parte minoritaria del turismo, la que se aloja en hoteles, viviendas regladas, casas rurales, campings y cruceros.
En cuanto a los principales destinos de sol y playa asociados en gran parte al turismo nacional (Torrevieja, Gandía, Dénia, Peñíscola, Xàbia o Calp), el estudio pone de manifiesto que, en la mayoría de ellos, "la oferta de alojamiento de turismo residencial es sustancialmente mayor o del mismo orden que la correspondiente al alojamiento reglado".
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La conclusión es que "el alcance de la implantación de la tasa será limitado y, por tanto, infructuoso". Esta realidad "no se daría únicamente en estos destinos más visitados, sino que sería recurrente en la mayoría de los destinos de sol y playa de la Comunidad Valenciana", insiste el informe.
Bajos ingresos
En lo relativo a los destinos urbanos, en este informe "se ha apreciado los bajos ingresos obtenidos por habitación disponible (RevPAR) en los destinos valencianos con respecto a otros destinos españoles". Por una parte, "las ciudades de Valencia y Alicante necesitan fortalecer su marca turística y dar a conocer sus atractivos culturales e históricos para consolidarse dentro de los destinos más valorados del país en este aspecto".
Por otra, las ciudades de Castellón y Elche, "requieren tanto de una demanda relevante como de un aumento de su RevPAR, por lo que necesitan de mucha más ayuda en la mejora de su marca turística, promoción y puesta en valor de los numerosos activos con los que cuentan".
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"En consecuencia, la citada política de reducción de tarifas sigue siendo relevante en estos destinos y, consecuentemente, contraproducente la aplicación de la tasa", agregan.
Por último, los destinos de interior o rurales como Alcoy, Requena o Morella, "pueden ser tractores tanto en sus municipios como en sus comarcas para implementar estas medidas a fin de que el turismo rural sostenible se convierta en una herramienta eficiente para frenar la despoblación".
"La complicada situación existente en el medio rural, que requiere de inversiones y ayudas públicas para revertir la situación, unida a la propia sostenibilidad ambiental del entorno por sus características intrínsecas, hace que la aplicación de una tasa turística vuelva a considerarse como contraproducente por su efecto sobre la demanda de pernoctaciones y consolidación de empleos donde más se necesita", concluye el informe.