Alicante

Benidorm tiene pasado, presente y un destino turístico brillante por delante. No en vano, los expertos consideran que la capital vacacional del Costa Blanca fue la inventora del "turismo de playa" y por eso fue la que primera se recuperó en el sector tras la crisis financiera de 2008. Pero también tiene por delante un reto que ya ha empezado, la actualización de su planta hotelera.

Y según los expertos el espejo en el que debe mirarse es Miami, un destino similar por climatología y tipo de clientes a otro lado del Atlántico. Pero donde ya se han rehabilitado la mayoría de los establecimientos. 

Para ello, el alcalde Toni Pérez anunció a principios del mandato su intención de comenzar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, aunque este mismo ha manifestado que la prioridad son los planes parciales todavía por desarrollar. Ante ese desarrollo, las grandes cadenas hoteleras están expectantes.

El Plan Ensanche Levante, con un número similar de edificaciones residenciales y hoteleras es el próximo hito para la ciudad una vez que las administraciones ajenas al Ayuntamiento informen favorablemente al plan.

[El Plan Ensanche Levante de Benidorm da sus últimos pasos: se empezará a edificar en 2023 o 2024]

Y es que Benidorm, a diferencia de otros destinos, tiene la peculiaridad de que su oferta hotelera está principalmente copada por empresarios locales que han sabido evolucionar con los tiempos y las nuevas necesidades del mercado. Por eso, han sido muy celosos a la hora de vender sus hoteles a grandes cadenas.

Para Ivar Yuste, de la consultora PHG Hotels & Resort, las perspectivas para el sector hotelero benidormí son muy buenas más allá de los problemas aparejados al coste de bienes y servicios y el aumento de los precios o de las nuevas medidas de ahorro energético que va a imponer el Gobierno y ante las cuales está escandalizada la prensa británica.

"En Benidorm la demanda excede de largo la oferta de hoteles, no tanto en cantidad como en calidad. En los dos últimos años, en pandemia y pospandemia se han reformado entre 15 y 20 hoteles. Ahora, como en el resto de España, se pueden construir más hoteles pero siempre primando la calidad porque eso sube el precio medio de gasto por cliente y favorece al destino de la Costa Blanca", explica Yuste.

En la actualidad queda por concretarse la reforma del Selomar, bajo el que hay muchas miradas pendientes por la entrada del Grupo Barceló en su futura gestión.  Pero hay otros establecimientos que tienen que plantearse su modernización. "España sigue en cabeza de las inversiones en el sector", recuerda el consultor.

La inclusión de restauración de calidad que ya se está extendiendo en otros destinos como Madrid puede ser la clave para ese aumento de calidad. "Lo bueno del destino es que tiene tanto volumen de clientes que puede tener oferta para todo tipo de turistas, de todas las categorías, por eso las marcas internacionales siempre están pendientes de ver la posibilidad de entrar", insiste Yuste.

Respecto a la competencia de los apartamentos turísticos, Yuste asegura que son un producto diferente para un cliente diferente con una inversión más cara por metro cuadrado al incorporar cocina que los hoteles se pueden ahorrar.

"Siempre va a haber demanda de familias que quieran esta opción pero cuando surgió Airbnb habría una procupación en el sector hotelero porque les fuesen a desbancar. Y eso no se ha producido. Hay familias que viajan en coche y no quieren gastarse tanto saliendo a comer o cenar fuera que lo utilizan, pero también hay turistas para los hoteles. Y Benidorm tiene las dos cosas", añade el consultor.