Alicante

La tasa turística valenciana, un impuesto autonómico aprobada por la izquierda en las Cortes con el rechazo de todo el sector turístico, sigue generando titulares en la prensa de Reino Unido, primer mercado internacional para la Comunidad. El pasado lunes fue The Daily Mirror, uno de los diez periódicos más leídos por los británicos, quien se hizo eco de la aprobación de este tributo, que entrará en vigor a finales del año que viene. 

Con el titular 'Destinos vacacionales españoles introducirán nuevos impuestos a los británicos en 2023', el rotativo explica que algunos ayuntamientos, como Valencia, ya han dicho que aplicarán este impuesto, que oscilará entre los 0,50 euros por persona y día hasta los dos euros en función de la categoría de alojamiento. Afecta a hoteles, apartamentos, casas rurales, cámpings y cruceros, tal como recoge el texto de la Ley.

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En este sentido, The Daily Mirror explica que "Benidorm ya ha dicho que nunca impondrá la tasa pero otras áreas de la Comunidad Valenciana lo harán, y hay miedo a que incluso Benidorm cambie de opinión si se incrementa la presión financiera". Y a continuación recuerda: "La región valenciana incluye a la Costa Blanca, donde millones de británicos van de vacaciones".  

El periódico recuerda a continuación que se esperan recaudar unos "30 millones de euros" para proyectos verdes, y que "hay algunas exenciones a la tasa, como niños por debajo de los 16 años o personas discapacitadas". También explica que "las buenas noticias para los británicos es que no causará un incremento de precios para las vacaciones", al menos de manera notable, porque los establecimientos "de tres y cuatro estrellas, 80 % de la oferta de la Costa Blanca, cobrarán un euro por persona y día". 

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Fuentes empresariales, sin embargo, recordaron que el turismo británico atraviesa "un momento muy delicado" debido a la crisis inflacionaria y que "se está notando, y mucho, en las reservas". De hecho, tradicionalmente los ingleses contrataban sus vacaciones con una semana de antelación, y ahora lo hacen a última hora, de forma similar al mercado español. 

Verdades y mentiras

Pese a que se ha vendido desde sus impulsores como algo "municipal y voluntario", la tasa turística valenciana es en realidad un impuesto autonómico de carácter obligatorio que nace bonificado al 100 %, y que incluye una Disposición Adicional que habilita a los ayuntamientos a poder cobrar este tributo de manera adicional.

Tal como está redactado actualmente todos los turistas que pernocten en la Comunidad tendrán que pagarla si se suprime esa bonificación. También los cruceristas que atraquen en los puertos de la región, un subsector que siempre ha estado incluido en el tributo. 

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Esta iniciativa ha nacido con críticas de todo el sector y un PSOE dividido. Incluso el propio secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, ha dicho que "alberga la esperanza" de que no se aplique. Colomer ha recordado que este impuesto se ha tramitado sin informes técnicos. 

En el sector también han destacado que este tipo de iniciativas "promueven el alojamiento alegal, que no paga ningún tipo de impuesto y que no será objeto de la tasa turística". De hecho, y como informó EL ESPAÑOL, solo 14 inspectores persiguen este tipo de prácticas en toda la Comunidad Valenciana. En algunos puntos urbanos, como Valencia o Alicante, se considera que la oferta alegal supera a la reglada.