Alicante

El mercado británico es el primero de los internacionales tanto para la provincia de Alicante como para la Comunidad Valenciana, con mucha diferencia. Incluso en sus horas más bajas, al menos una de cada tres pernoctaciones que se hacen en Benidorm, su principal destino vacacional, provienen de Reino Unido. El pasado mes de enero, por ejemplo, supusieron el 36 % del turismo que recibió la ciudad, a mucha distancia del resto.  

Esta dependencia británica tiene sus puntos fuertes y débiles. Los primeros son obvios: los ingleses son un valor seguro en las crisis, y es muy difícil quer dejen de visitar sus principales destinos en España. Durante la parte más dura de la Covid solo las restricciones en los vuelos impidieron una recuperación más rápida de los británicos, y aún así las presiones de los operadores indicaban un fuerte interés en mantener sus capacidades en los destinos tradicionales de sol y playa. 

La otra cara de la moneda es que esa dependencia puede pasar factura cuando se produzca alguna crisis que afecte directamente al consumo británico. En la coyuntura actual, la inflación está golpeando de lleno a las economías familiares, por lo que existe mucha cautela entre los empresarios a la hora de lanzar previosiones sobre los próximos meses. 

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De hecho, y tal como informó EL ESPAÑOL, el cliente británico se está "españolizando", en el sentido de que contrata cada vez con menos antelación (antes lo hacía a seis meses vista). En este contexto, hay temor de que la fuerte competencia de países como Turquía o Egipto, con espectaculares hoteles y precios muy competitivos, pueda pasar factura a la temporada. 

Así las cosas, muchas voces opinan que es necesario diversificar más los mercados, un viejo mantra del turismo en apariencia sencilla pero con una ejecución muy complicada. La idea sería crecer en aquellos mercados a los que la Costa Blanca (y, por extensión, la provincia de Alicante) les resulta interesante. 

¿Cuáles? Probablemente los dos más importantes sean Bélgica y Noruega. Los Países del Norte de Europa, en concreto, han experimentado un crecimiento notable en los últimos años, como acredita el incremento de conexiones del aeropuerto de Alicante-Elche.

De hecho, una de las ventajas que tiene la provincia de Alicante es el crecimiento imparable de El Altet. Aunque las infraestructuras no atraen turismo, las conexiones que crean "son una parte fundamental de la experiencia, porque para poder estar ahí primero tiene que poder llegar", tal como comentaba habitualmente el expresidente de Hosbec, el hotelero Toni Mayor.

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Otros empresarios inciden la importancia de mercados como Portugal, que tienen una estacionalidad parecida a la española pero que en verano suponen un porcentaje importante de los clientes de Benidorm; también el francés y el italiano, aunque este último tiene su principal destino en la ciudad de Valencia. 

Finalmente, una de las ideas recurrentes pero que nunca se han cristalizado es el aumentar la cuota en el mercado alemán. Se trata del principal país emisor de Europa, pero abandonó la Costa Blanca en los años 70 y ya apenas supone un pequeño procentaje de turismo extranjero. Hasta ahora los intentos para aumentar su interés no han dado realmente sus frutos, aunque en algunos productos concretos (como los cámpings) sí que tienen una presencia notable.