El sector turístico espera unos excelentes resultados en agosto y septiembre. Los hoteles prevén unos registros por encima del 90 %, con picos de lleno técnico (por encima del 95 %) durante los fines de semana en puntos clave como Benidorm, donde parece que el principal mercado internacional, Reino Unido, ha respondido tras varios meses siete u ocho puntos por debajo de lo habitual.
Los empresarios empiezan a hablar del primer verano real de recuperación tras la pandemia, un periodo que ha enlazado con la crisis de la guerra de Ucrania y la inflación disparada en suministros clave como la alimentación y al energía.
En el caso de la Comunidad Valenciana y, en particular, de la provincia de Alicante, el sector turístico ha ajustado los precios por debajo de la media española con el objetivo de mantener la competitividad del destino pero prolongando lo que es la mayor debilidad estructural de la región: la falta de rentabilidad.
Según el informe 'Evolución del RevPar hotelero en la Comunitat Valenciana' correspondiente al año 2022, la rentabilidad de los hoteles valencianos sigue siendo la más baja del país: 57,5 euros de RevPar, es decir, Revenue Per Available Room o Ingresos por habitación disponible, el principal medidor de rentabilidad de los establecimientos hoteleros.
En este sentido, afrontar una etapa con incremento de precios mientras se mantiene la competitividad y se aumentan los márgenes de rentabilidad, todo ello sin perder volumen de negocio, parece el reto más inmediato al que se enfrentará el turismo alicantino. Destinos como Egipto y Turquía siguen apretando fuerte en el marco internacional, con una oferta casi inmejorable en la relación calidad-precio.
La importancia de la información
Una forma de competir en el mercado internacional pasa por tener unos buenos datos de inteligencia turística. Y la monitorización de los mercados en tiempo real, así como el uso de BigData en la toma de decisiones, es una fórmula que ha ido ganando peso hasta convertirse en imprescindible para el turismo.
Precisamente uno de los retos que tiene por delante la nueva consellera de Turismo e Innovación, Nuria Montes, pasa precisamente por materializar la Plataforma Inteligente de Destinos que el Gobierno de España se comprometió a impulsar en Benidorm, una ciudad que ya destaca por el uso de este tipo de tecnologías pero que aspira a convertirse en la capital española del BigData turístico.
La capacidad que tenga la región y la provincia para adaptarse a este nuevo marco, incorporando tecnologías como la Inteligencia Artifical al uso de la información, marcará el nivel de preparación de empresarios y administraciones para liderar la transformación de la industria en la era post pandemia.