Alicante

Aunque el puente más largo del año ha llegado a su fin, diciembre continúa y durante sus días miles de ciudadanos de Alicante hacen las maletas para visitar otras ciudades aprovechando la temática navideña o para gastar las vacaciones antes de la llegada del 2024. Entre los destinos más buscados por los alicantinos en estas fechas están aquellos que destacan por su decoración y espectáculos relacionados con la Navidad.

Jesús Soriano, propietario de Sansor Viajes, una agencia de viajes de Calpe a la que acuden cada vez más clientes en busca de destinos vacacionales, comenta que hay listas de espera y que tiene muchos grupos llenos, "las principales ciudades nacionales a las que se viaja son Madrid, Vigo y Málaga por las actividades y elementos navideños". Entre los destinos internacionales, el experto enumera otros lugares que requieren de mayor presupuesto.

"En Europa siempre se suelen buscar sitios con mercadillos navideños como los de Viena o Praga, así como Laponia finlandesa por Santa Claus, los renos y la nieve, y se suele hacer con niños y en familia", resalta el dueño de la compañía. También mete en la lista a París, junto con Disneyland, o Londres, que sigue siendo uno de los favoritos a pesar del Brexit.

[Edimburgo, París o Milán: vuelos por 20 euros para viajar en diciembre desde Alicante]

Además, añade que se da otro tipo de combinaciones para aquellos que buscan encontrar la magia de la Navidad y a la vez utilizar sus vacaciones para tomar un respiro. "Hay otra clase de destinos que se suelen hacer uniendo algún punto con Nueva York, puede ser Ribera Maya, Caribe, Punta Cana o Jamaica, sobre todo para vivir la Navidad neoyorquina, que es muy chula porque tiene muchas actividades, y luego estar más relajado", expresa.

Durante el 2023 se han batido varios récord en el aeropuerto de Alicante-Elche que han demostrado como ha variado la mentalidad en los turistas. Esta nueva tendencia la explica debido a que "la pandemia ha cambiado el concepto, antes se ahorraba por si acaso y ahora salen de viaje a gastar por lo que pueda pasar", señala. Soriano indica que esto se debe a que "después de estar confinados y encerrados en casa, cuando tienen libertad la quieren aprovechar por si vuelve a ocurrir algo similar en el futuro".

Vuelta a las agencias presenciales

El especialista afirma que "desde la pandemia la gente está volviendo a confiar más en la agencia física que en la virtual" y dice que sus reservas en línea son "del 1 %". Este aumento en la demanda llega hasta tal punto que tienen cerrados grupos para San Valentín y ya están gestionando viajes en marzo y abril. Una tendencia que piensa que seguirá los próximos años "hasta que llegue otro retroceso".

El agente lo atribuye a que las agencias presenciales dan más facilidades a los clientes, ya que "han devuelto el dinero a aquellos que no pudieron desplazarse por el covid, y en las digitales les cuesta obtener respuesta". Respecto al auge de aplicaciones y portales de reserva de transportes y alojamientos, cree que no son un problema para el negocio porque "muchas veces viene el cliente que lo mira y no se fía o no se aclara. La oferta es muy bonita, pero intenta hacer tú la reserva y todos los procedimientos. Aunque los jóvenes sí que se atreven más".

"Desde las agencias damos la documentación necesaria y se resuelven los problemas que en las entidades en línea no atienden o te tienen una hora al teléfono para derivarte a otra página web", advierte Soriano. El agente avisa de que en internet "hay más opciones, pero también hay más posibilidades de que te estafen con páginas enmascaradas que te cobran más de lo que realmente es", opina.

Pone el ejemplo de los seguros de viaje en países como Estados Unidos o Israel, "donde la asistencia médica cuesta cerca de 15.000 euros al día". Señala que mucha gente compra un seguro porque ve que tiene 30.000 o 20.000 euros de póliza, pero desconoce cómo funciona la sanidad en el destino.

"Un cliente tuvo un infarto en Israe y la factura de la operación y los servicios era de 496 mil euros. Los hospitales allí son hoteles de lujo, menos mal que la agencia lo conoce y mínimo tiene un millón de euros de póliza", relata. Soriano añade que "la diferencia en el precio del seguro en línea y el contratado con especialistas es mínima y al final lo barato puede salir caro".