La escalada del enfrentamiento entre los hosteleros y el Ayuntamiento de Alicante sigue su ascenso. Las prometidas movilizaciones empiezan este jueves con una concentración durante el pleno para protestar por la limitación de horarios y extensión de terrazas.
La tensión entre ambas partes se ha hecho evidente con la presencia de seguridad. Un "desproporcionado operativo" según Alroa, que señala que había "unidades antidisturbios". Este, además, lo interpretan "como una falta de respeto hacia un sector económico que genera más de dos mil puestos de trabajo directo".
El comunicado de la asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa) y las empresas afines del sector subraya que esta congregación se ha realizado "pacíficamente frente al Ayuntamiento durante la celebración de pleno municipal".
La tensión entre ambas partes se ha hecho más evidente porque parte de los hosteleros pretendían estar presentes en el mismo pleno, como otras veces han hecho sus representantes. En total, según Alroa, se han reunido alrededor de trescientos empresarios y trabajadores del sector del ocio y la restauración.
El pasado 18 de septiembre se reunieron las principales asociaciones de la hostelería en Alicante para protestar por la ordenanza de ocupación de vía pública, que afecta a sus negocios en horarios y terrazas.
En ella criticaron que no había diálogo. Por eso ahora reiteran que consideran "muy urgente establecer una mesa de negociación con el equipo de Gobierno municipal que aborda de manera integral la puesta en marcha de las medidas a través de la Zona Acústica Saturada (ZAS) tanto en el entorno de la calle Castaños como en la plaza Quijano".
Más control
El portavoz del colectivo, Javier Galdeano, ha asegurado a través de un comunicado que "el desarrollo de esta acción ha sido exquisito, muy respetuoso, con absoluto silencio y educación".
Galdeano ha especificado que el objetivo es "llamar la atención sobre una circunstancia que atenta contra la viabilidad de actividades económicas legales, reguladas, controladas y sometidas a inspecciones".
El tono del portavoz se endurece cuando critica que se "olvida el resto de elementos que sí generan ruido en las calles de la ciudad y otras molestias, incluso a nuestros establecimientos y negocios".
La parte más dura del comunicado se centra en pedir "que el Ayuntamiento sea sincero y deje de criminalizar al sector al que señala como único responsable de las molestias al vecindario".
Ahí Galdeano subraya que "muchas zonas de la ciudad se han recuperado de su situación marginal gracias a nuestra actividad y a nuestras inversiones; es decir, contribuimos a la creación de empleo e impulsamos la economía local".
Las demandas
¿Qué es lo que piden desde Alroa? En opinión de Galdeano "lo que necesita es una planificación para el conjunto de Alicante, medios y recursos para atender a los vecinos y no lastrar a un elemento fundamental para el turismo como son nuestros locales de ocio y restauración".
La asociación recalca la importancia de que exista una normativa que regule determinados comportamientos como el botellón, las fiestas ilegales en espacios públicos y determinados comportamientos que no están controlados. Aspectos que considera son ajenos a la actividad de sus locales representados.
En este sentido, el propio Galdeano ha señalado en un discurso ante los 300 congregados en la plaza que "si el despliegue de fuerzas de seguridad que hay hoy en la plaza lo hubiera en el centro de la ciudad todas las noches, no tendríamos este problema de ruidos".
Sin diálogo
Alroa recalca que siguen a la espera de la convocatoria de una reunión con el alcalde de Alicante y los responsables técnicos. Su objetivo, como describen, es establecer las medidas necesarias que corresponda a los locales para hacer viable la continuidad de los empleos, de la actividad turística de establecimientos de ocio y restauración y la convivencia vecinal.
"Estamos dispuestos a negociar, a tomar medidas con el Ayuntamiento, a colaborar y ser parte de la solución, pero no a asumir toda la responsabilidad de hechos que nos son ajenos y que escapan de nuestra responsabilidad", concluye Galdeano.