Alicante

Disfrutar de la ciudad de Alicante se puede hacer de muchas formas, pero estando en un palacete del siglo XVII es otro nivel. Así valoran los usuarios de las plataformas de reservas con notas como un brillante 9 en Booking y la recomendación de la Guía Repsol como uno de los mejores de la Comunitat Valenciana para el Hotel Boutique Alicante.

Juan Carlos Castillo es uno de los dos hermanos que gestiona este local privilegiado por su ubicación en el centro histórico de la capital. En 2017 abrieron las puertas tras una larga reforma para mejorar un edificio "que estaba en un estado lamentable".

Al estar cerrado durante mucho tiempo en su fachada se concentraban hasta nueve contenedores de basura de los vecinos locales, pero los Castillo tenían claro su potencial. "Nunca ha perdido la esencia del siglo XVII", cuenta a EL ESPAÑOL entre turistas que entran y salen.

Cuando consiguieron el acuerdo con los propietarios, recuerda que "fue maravilloso". Los constructores originales eran una familia francesa de comerciantes, De Die, "que también compraron otra finca en la avenida de Dénia".

La reforma integral que ejecutaron se hizo "siempre respetando todo el aire y el ambiente", valora Castillo. La mejor prueba de ello es la espectacular entrada de la que "se han mantenido las puertas de entrada de madera, pesan 700 kilos cada una".

Los muros originales son una de las cosas de las que se siente más orgulloso. "Hemos picado y con un pincel hemos recuperado toda la piedra de sillería de arenisca", cuenta orgulloso. Señala su mirada hacia la entrada con el arco de medio punto e insiste: "Todo se ha recuperado".

¿Una bodega?

La historia de la ciudad de Alicante aún está abierta para muchos estudios sobre determinados detalles, apunta. Y lo hace porque recoge que en algún momento salió la teoría de que este edificio era una bodega de la vecina concatedral de San Nicolás y que estaban ambos conectados por pasadizos subterráneos.

Vista desde la terraza, solo para clientes, del Hotel Boutique Alicante. M.H.

Es habitual encontrarse con turistas, especialmente los extranjeros, que al pasear por el centro histórico se quedan maravillados con sus edificios. En este caso se acercan para verlo y se cruzan con los que logran tener sus reservas hechas en él.

Con solo 17 habitaciones, Castillo presume de que cada una de ellas es diferente y permite que se respire la historia del edificio. "Queremos que el huésped vea el siglo XVII y cómo se ha actuado en el siglo XX", indica sobre el cuidado en las reformas.

Sueño en Semana Santa

Precisamente que sean menos de una veintena hace que tengan mucha demanda: "Después de tantos años, tenemos mucho huésped que repite muchísimo", agradece, "les gusta mucho repetir por el cariño que dispensamos".

¿Y precios? Pasar una noche está a partir de los 120 euros. "No vendemos una noche de hotel sino que vendemos una experiencia", promete, "desde que entras hasta que sales, mimamos muchísimo".

¿Cuándo es el mejor momento para aprovechar la estancia? "Durante todo el año es muy bonito porque estamos en una ubicación privilegiada enfrente a la concatedral", recalca, pero también concede que "Semana Santa es un sueño, es la mejor época, me pone los pelos de punta solo de mencionarlo porque todas las procesiones salen de aquí, de la puerta de San Nicolás".