La Policía Local de Elche ha desalojado un establecimiento con 34 menores en su interior, donde presuntamente consumían alcohol y, al parecer, no se respetaban las medidas anticovid, como el uso de la mascarilla y la distancia entre personas.
Los hechos, de los que han informado este lunes fuentes del cuerpo policial en un comunicado, sucedieron el pasado sábado, cuando los agentes observaron a un grupo de jóvenes que salía sin mascarilla de un local destinado al alquiler para eventos, donde se escuchaba música muy alta y del que se desprendía un fuerte olor parecido al de la marihuana.
Durante la inspección de la instalación, los policías hallaron varias botellas de alcohol e identificaron a los 34 menores. Tras lo cual avisaron telefónicamente a los padres para que se hicieran cargo de sus hijos.
Mientras, la denominada Unidad Lince de la Policía Local se personó también en el lugar, donde comprobó el supuesto incumplimiento de las medidas contra el coronavirus establecidas por las autoridades sanitarias para los recintos cerrados con público (no guardar la distancia interpersonal, ni usar mascarillas).
También averiguaron el nombre de la persona que había alquilado el establecimiento, quien en ese momento no estaba en el evento.
En noviembre fue un bar
Este suceso recuerda a otro del pasado mes de noviembre, cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron en Elche a tres personas que les agredieron cuando fueron a identificarles para ser propuestos para sanción al estar consumiendo sustancias estupefacientes en un bar con la permisividad del dueño del restaurante, quien también resultó detenido por agredir a los agentes para impedir las detenciones.
Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la tarde del miércoles. Una dotación de paisano de la Policía Nacional que patrullaba la zona en labores de prevención de la Seguridad Ciudadana, fue requerida por unos ciudadanos dado que en un restaurante de la zona había bastante gente consumiendo sustancias estupefacientes abiertamente en la terraza. El olor se extendía por las inmediaciones hasta lugares donde había menores de edad.
Al llegar los agentes al lugar y ver que había "bastantes personas consumiendo sustancias en la terraza del local", ante "la connivencia del propietario del establecimiento presente en el lugar", solicitaron apoyo de otras unidades para proceder a la sanción de estas personas por consumo de sustancia en vía pública.
Cuando los policías iniciaron la intervención, fueron severamente increpados por los clientes del restaurante que estaban consumiendo, insultándoles y empujándoles. Los agentes relatan que uno de estos individuos, de nacionalidad rumana, al intentar ser identificado para ser sancionado, "golpeó violentamente con puñetazos y patadas, incluso intentando morder a los agentes que tuvieron que proceder a su detención por un delito de atentado a agente de la autoridad".
El dueño del restaurante, "aprovechando la situación, ante la actitud intimidatoria de los clientes hacia los agentes, cuando estaba siendo propuesto para sanción por permitir el consumo en su local, comenzó a empujar violentamente a los agentes y a insultarles", siguen las mismas fuentes. Por ese motivo se procedió a su detención, al igual que una clienta del local que, además de estar consumiendo sustancias estupefacientes, empujó a los agentes y les insultó cuando estaba siendo propuesta para sanción.