Las Navidades ya se alejan y el nuevo año da paso a nuevas experiencias, nuevos descubrimientos y nuevos recuerdos. Si bien las temperaturas inusualmente altas para estas fechas han sido noticia estas últimas semanas, la llegada de sus Majestades los Reyes Magos a la provincia ha traído una bajada de las temperaturas, pasando así de los 24 grados de máxima a poco más de 16 grados. A pesar del frío, siempre se puede disfrutar de los maravillosos paisajes que nos ofrece Alicante. Y si salir con frío no te convence, apúntate para más adelante esta ruta al pantano de Elche.
Aunque su creación y uso remonta a la época romana de la península, la presa del pantano de Elche empezó a plantearse tal y como la conocemos hoy en el año 1589, aunque no sería hasta 1632 cuando se inician los trabajos de su construcción, bajo las órdenes de Juaner del Temple, inspirándose en las obras del pantano de Tibi, uno de los más antiguos de Europa. Finalizando las obras en el año 1640, no sería hasta 1672 cuando se llenó por primera vez.
A lo largo de su historia, la presa sufrió varios incidentes, el primero a consecuencia de una gran riada en 1793, que impidió su funcionamiento hasta el año 1846. El parón más reciente se produjo entre los años 1995 y 2008, tras reventar la compuerta reguladora.
Cinco rutas
Existen varias rutas para ir hacia el pantano desde distintos puntos de partida, siendo muy concurridas por los ilicitanos y todo tipo de visitantes debido a sus vistas impresionantes y a la variedad en los recorridos. Siendo cincos las rutas oficialmente registradas, el entorno es tan amplio que cada uno es libre elegir el recorrido que más le conviene.
En el caso de la ruta 2 "El sendero del pantano, un paseo por la vegetación", el recorrido, de 11 kilómetros ida y vuelta, parte desde la misma ciudad de Elche y llega hasta la base de la presa.
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Tomando siempre como punto de referencia el río Vinalopó, esta ruta sigue su camino hasta desembocar en el pantano, pudiendo disfrutar a lo largo de este recorrido de la amplia fauna y de sus cinco paradas para poder observar su precioso paisaje. Aparte de ser testigo de la gran riqueza de la vegetación del entorno, en esta ruta también se pueden apreciar algunos obras arquitectónicas como el Puente del Bimil·lenari.
Este recorrido, al igual que las cuatro otras rutas oficiales, es ideal para pasear en familia, a solas e incluso con mascotas, siendo el entorno un terreno de juego ideal para su disfrute, saliendo así de la rutina de los paseos más habituales. Se trata de una ruta muy diversa y en la cual conviene llevar calzado cómodo, debido a sus pasos de piedra y tierra.
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En el primer tramo de esta ruta, nos encontramos con algunas especies vegetales que rodean el río, así como la presencia de algunos ejemplares de palmera datilera Phoenix dactilifera, procedentes del vecino Palmeral de Elche, considerado el mayor palmeral de Europa y declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Acto seguido y tras haber recorrido unos kilómetros más por el sendero establecido, llegamos a uno de los puntos claves de esta ruta: el yacimiento arqueológico del Caramoro, donde podrán contemplar una representación de las estepas salinas de la zona. Tras realizar esta parada, el recorrido sigue hasta llegar finalmente a la presa del pantano, un momento ideal para realizar un descanso con unas vistas impresionantes.