Alicante

El traficante que encañonó a un policía nacional con una pistola en un pub en las inmediaciones del estadio del Elche en diciembre de 2022 ha sido condenado a 6 años y 6 meses de prisión por ser considerado culpable de tenencia ilícita de armas, atentado a agente de la autoridad y tráfico de drogas. 

El hombre, de 47 años de edad y de nacionalidad española, para evitar ser arrestado y, tras golpear violentamente al agente que lo de tuvo, le apuntó con una de las dos pistolas que se le intervinieron, cargada y lista para ser disparada, cuando iba a ser identificado por una patrulla en los locales de la parte baja del estadio de fútbol Martínez Valero.

Los servicios jurídicos del sindicato JUTPOL, mayoritario entre la Policía Nacional de Alicante, han conseguido que los agentes sean indemnizados, uno con 3.360 euros y al otro agente de la patrulla con una suma de 2.350 euros, por las lesiones causadas a ambos.

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Al ser drogodependiente, la pena del acusado, al que se le intervino una roca de cocaína de 45 gramos, se ha reducido de los 14 años que solicitaba la acusación a 6 años y 6 meses. Su pareja ha sido condenada de igual forma a un año y medio de cárcel por ser cómplice de un delito contra la salud pública.
Todo ocurrió de madrugada cuando una patrulla de la Policía Nacional se encontraba realizando labores de prevención de la delincuencia por la ciudad de Elche. Los agentes observaron a una pareja de hombre y mujer que se encontraban en actitud vigilante.
El varón, al percatarse de la presencia policial, intentó abandonar el lugar a la carrera y se introdujo rápidamente en el interior de un club, siendo perseguido por uno de los agentes hasta el interior del local, viendo cómo esta persona se abría paso a empujones durante su huida, empujando y tirando al suelo a las personas que se encontraba a su paso, terminando por introducirse en el interior de los aseos, donde uno de los agentes logró introducirse también evitando que cerrara la puerta.

La agresividad de este individuo, al ver que el agente le había dado alcance, fue aumentando desde ese instante y comenzó a propinarle todo tipo de golpes. Dado el espacio reducido del aseo y la violenta actitud del sospechoso, el agente trató de inmovilizar al agresor sin conseguirlo de inmediato. Fue en ese instante, cuando esta persona sacó de su cintura una pistola y, empuñándola, encañonó al policía quien, instintivamente, esquivó el ángulo de un posible disparo y logró finalmente reducir y detener al agresor justo en el momento en el que su compañero llegó al lugar para auxiliarle.

Los policías, tras asegurar la situación, comprobaron que el arma con el que el detenido apuntó al agente, era de fuego real y se encontraba en cargada y lista para su uso. Posteriormente, los agentes hallaron entre las pertenencias del detenido varios envoltorios conteniendo sustancias estupefacientes, aparentemente listas para su venta, así como 2.000 euros en billetes fraccionados.

Una vez detenido, y ante las sospechas fundadas de que el arrestado podría estar dedicándose al tráfico de drogas, por parte de los agentes de Policía Judicial de la Comisaría se inició una investigación y, tras averiguar que el arrestado se alojaba en un hotel de la localidad alicantina, se obtuvo una autorización judicial para practicar una entrada y registro en la habitación del hotel, donde los agentes hallaron otro revolver, dos silenciadores para las dos armas intervenidas y munición que incluso ocultaba en el interior de un calcetín.

Además, se intervinieron varios teléfonos móviles, un táper de plástico conteniendo una báscula de precisión y diferentes útiles para la fracción y posterior venta de la sustancia estupefaciente en dosis individuales.