Elche tiene un dinosaurio de 13 metros de largo, cuatro de altura y siete toneladas de peso. No vive camuflado entre las palmeras ni se alimenta de los dátiles más altos con su largo cuello, descansa en un laboratorio y convive con los investigadores del Museo Paleontológico de Elche (MUPE).

El fósil es ya medio ilicitano tras casi 20 años en la ciudad. No son unos huesos más, se trata, como asegura, la directora del centro, Ainara Aberasturi, de "un ejemplar único por ser el dinosaurio de cuello y cola larga comedor de plantas más primitivo y completo que existe en mundo".

Esta espectacular criatura ha sido bautizada como el dinosaurio de Níger y su gran estado de conservación, aproximadamente al 85 %, ha dado nombre a un nuevo género y especie denominada Spinophosaurus nigerensis. Tiene 170 millones de años y gracias a él se pueden comprender mejor las formas de vida del Jurásico, pues es clave para entender la evolución de los saurópodos.

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Aunque es una de las joyas de la corona del MUPE, no está expuesto al público porque "aún está en periodo de investigación y en el museo no cabrían los 13 metros que mide", señala la responsable. Sin embargo, los visitantes pueden hacerse una idea de cómo era este ser en vida gracias a un corpóreo y a una réplica del fémur a tamaño real. Además, puntualmente se permite a grupos reducidos observarlo.

Está custodiado en Elche, pero se descubrió mucho más allá de las fronteras de la provincia, en el país que le da nombre. El importante hallazgo se realizó en el desierto de Níger en el año 2006 en el marco del proyecto Paldes (paleontología para el desarrollo).

Aberasturi explica que el MUPE coordinó en 2003 "la primera expedición española al país africano para comprobar el potencial turístico que puede tener la zona y utilizar los recursos patrimoniales paleontológicos para favorecer un turismo de calidad". La iniciativa, en la que participaron diferentes instituciones y universidades nacionales e internacionales, surgió porque Níger es "un país económicamente muy deprimido y de los más pobres, pero desde el punto de vista patrimonial y paleontológico es algo excepcional".

La riqueza de sus yacimientos resultó en el descubrimiento del dinosaurio en casi perfectas condiciones, algo poco frecuente tras más de 170 millones de años. "Menos parte del cráneo, algunas vértebras de la cola y falanges, el resto está completo, no es lo más habitual", añade.

Con el permiso de la comunidad tuareg, el MUPE acordó quedarse el tesoro jurásico para su investigación. Durante los trabajos de los expertos se descubrió que se trataba de una pieza única en el mundo tanto por el buen estado de los restos como por su antigüedad.

Aberasturi cuenta que en la zona son tan abundantes los grandes huesos que los lugareños han creado una leyenda en torno a los restos que encontraban por el campo. "Como nosotros tenemos el hombre del saco, los tuaregs tienen al ser mitológico Jobar, un monstruo que iba a por los niños pesados o que se portaban mal. De hecho, hay un dinosaurio de Níger, Jobaria, que su nombre deriva de ahí", indica la experta.

Investigación

"El dinosaurio de Níger es un holotipo, un nuevo ejemplar a partir del cual se define un nuevo género de una especie", señala la directora, quien destaca que se catalogó así en el 2009. Una de las investigaciones descubrió que había una mala interpretación de los fósiles encontrados hasta la fecha, ya que se creía que era un spinosaurus (lagarto portador de espinas) y tenía espinas en la cola cuando en realidad se trataba de otros huesos de la cintura.

"A través de un modelo digital podemos hacer estudios biomecánicos de cómo se movía y compararlo con las jirafas actuales porque es lo más parecido a los cuellilargos", comenta. Con las técnicas avanzadas, han comprobado que tendría que inclinarse para beber agua, adoptando una postura similar a la de las jirafas.

Su importancia ha atraído a investigadores internacionales al MUPE, y una vez que concluyan las tareas científicas, el dinosaurio volverá a su país de origen. Pero Elche se quedará con una réplica para que todos los alicantinos y visitantes contemplen al gigante.

Por el 20 aniversario del MUPE, que se cumple este año, hay una exposición dedicada al proyecto Paldes en la que se puede seguir los avances de la excavación en Níger a través de fotografías, paneles informativos, así como la réplica del saurópodo a pequeña escala y un fémur a tamaño real.