Alicante

La escasa fauna de la provincia de Alicante nada tiene que ver con su naturaleza de hace millones de años, cuando un paisaje más parecido a las sabanas africanas albergaba a cocodrilos, mastodontes, tigres dientes de sable, jirafas de cuello corto, u osos entre otros. Esta escena, tan distante de la realidad actual, es solo una pequeña parte de lo que los científicos han descubierto en el yacimiento de Crevillente 2, un lugar de importancia paleontológica crucial a nivel nacional e internacional.

La zona, denominada CR2, es una de las más ricas en fósiles de macromamíferos. Este espacio, que data de hace aproximadamente 8,5 millones de años, ofrece una ventana única a un tiempo pasado no tan lejano en el que algunos seres extintos y otros que aún están danzando en otras latitudes compartieron el mismo suelo que hoy pisan los alicantinos modernos.

La directora del Museo Paleontológico de Elche, (MUPE), Ainara Aberasturi, destaca que, comparado con la escala de tiempo de la Tierra, "estamos hablando de un periodo muy reciente, mucho más próximo que la extinción de los dinosaurios de hace 66 millones de años".

La estrella del yacimiento son los restos de un mastodonte, un pariente lejano de los elefantes actuales. La criatura es especialmente interesante debido a sus cuatro defensas, dos cuernos superiores y dos inferiores, una característica que lo distingue de los gigantes orejudos, que solo tienen dos.

Uno de los aspectos más impresionantes del mastodonte es su tamaño. Según las estimaciones, este animal podría haber alcanzado una altura de hasta 3 metros del suelo hasta la cintura escapular. "En una intervención de urgencia en 2005, recuperamos muchos elementos de este mastodonte, incluyendo parte de la mandíbula y defensas", menciona la directora.

Otros animales

Además, el yacimiento ha revelado partes de otros animales como pequeños tigres dientes de sable, jirafas de cuello corto, tortugas, caballos pequeños, cerdos salvajes, pequeños roedores, incluyendo un nuevo género (emparentados con hámsteres), un nuevo género de ciervo, cocodrilos, serpientes y osos.

La experta aclara que, a diferencia de la imagen generalizada que se tiene de los dientes de sable, la especie que vivía en Alicante era "muy pequeñita, un poco más grandes que los gatos".

La exposición del MUPE donde ver los restos. MUPE

Las grandes aportaciones a la paleontología mundial son los restos de roedor y de ciervo descubiertos, que constituyen holotipos, un nuevo ejemplar a partir del cual se define un nuevo género de una especie. "El ciervo sería como uno actual, se distinguen a la hora de identificarlos por las astas", indica. 

También se ha encontrado un cerdo salvaje que era aproximadamente el doble del tamaño de un jabalí actual, muy común en los campos de la provincia, lo que da una idea de la magnitud de algunos de estos animales. Mientras que el caballo se asemejaría a las cebras de la actualidad.

Paisaje africano

La responsable del museo afirma que "esta fauna no se ha mantenido debido a los cambios en la historia de la vida en la Tierra y las diferentes extinciones. Algunas especies desaparecen por completo en ciertas áreas mientras otras logran sobrevivir" 

La presencia de estos animales sugiere que el paisaje de Crevillente hace 8,5 millones de años era muy diferente al actual. "Podemos imaginar un entorno parecido a un paisaje africano, con una rica biodiversidad", añade la experta.

Parte de la mandíbula del mastodonte encontrado en Crevillente. MUPE

Las características que hacen especial este yacimiento en comparación con otros radican en una serie de circunstancias únicas. Para que un animal o planta quede registrado como fósil, deben darse condiciones específicas, como un enterramiento rápido.

Además, el terreno en el que se encuentra, ubicado cerca de una montaña, ha contribuido a la preservación de estos fósiles, permitiendo que se encuentren en mayor cantidad y mejor estado que en otros lugares.

Visitar los restos

Para aquellos interesados en ver estos impresionantes hallazgos de cerca, el MUPE ofrece una oportunidad única de mirar al pasado a través de una exposición dedicada a la fauna del lugar. "Los visitantes pueden observar de cerca estos fósiles y una reconstrucción paleoambiental que ayuda a visualizar cómo era el entorno en aquella época", describe la directora del museo.

Aunque las excavaciones en Crevillente 2 se detuvieron en 2009, la investigación continúa. El material recuperado se sigue estudiando en el museo, y los científicos esperan seguir desentrañando más detalles sobre la fauna prehistórica de la región. "Los estudios se centran principalmente en el mastodonte, que podría ser clave para entender la evolución de los elefantes actuales", explica la directora."Estos hallazgos no solo enriquecen nuestro conocimiento científico, sino que también nos permiten conectar con el pasado remoto de nuestra propia región", concluye.