Un menor de 14 años ha sido detenido en Elche por robar un patinete eléctrico gracias a la colaboración de su madre, que ayudó a los agentes a resolver el suceso.
La Policía Local informa de que la operación comenzó tras el aviso que recibieron en la Central de Operaciones de que un vehículo de movilidad personal había sido sustraído.
De inmediato una patrulla se dirigió al lugar de los hechos donde una mujer junto con su hijo menor y víctima del robo, contaron a los agentes lo sucedido. "Al parecer, cuando el joven finalizó sus clases en una academia, fue a por su patinete, valorado en más de 500 euros, pero este ya no se encontraba en el lugar donde lo había estacionado", apuntan.
Sin embargo, el joven sabía dónde estaba el patinete gracias al sistema de GPS que llevaba integrado, llevando así hasta la zona donde se encontraba el vehículo.
Siguiendo el punto marcado, los agentes llegaron al barrio de los Palmerales. Allí, una mujer reconoció ante la Policía que su hijo podría haber sido el ladrón, ya que había llevado a casa un patinete de un supuesto amigo con signos de haber sido manipulado.
El patinete tenía los cables fuera por haber sido arrancado del candado, pero el menor le contó a su madre que su amigo le había confiado su reparación. La madre, al ser informada de las sospechas, se mostró muy colaboradora y sacó a los agentes el patinete eléctrico.
Acto seguido los policías contactaron con el sospechoso que reconoció haber robado el vehículo y que para ello había cortado el candado. Por todo ello, se procedió a la detención del menor de 14 años que fue trasladado a dependencias policiales.
Robo de sudadera
Por otro lado, este mes de diciembre, otros dos menores de 16 años fueron detenidos en Elche por agredir a otro menor de edad para quitarle la sudadera que llevaba puesta mientras lo grababan con el móvil.
El suceso ocurrió en el Jardín Primero de Mayo, adonde la Policía Local acudió ante el aviso de un enfrentamiento entre jóvenes. A su llegada, se encontraron al agredido sentado en un banco mientras aún estaba aturdido a causa de los golpes recibidos.
La víctima tenía dolor en las costillas y estaba acompañado con un amigo. Ambos señalaron que otros dos jóvenes que conocían del barrio le habían hecho arrodillarse y posteriormente le habían golpeado en la cara y en las costillas.