"Hasta ayer tenía ansiedad, hoy estoy mejor", afirma Adrian Palazón, un adolescente de 17 años que el pasado viernes por la noche fue objeto de un ataque homófobo en Petrer, perpetrado por dos jóvenes, uno de los cuales portaba una navaja "de grandes dimensiones" con la que apuntó a su estómago.
Según explica a este medio este joven, cuya identidad e imagen afirma que ha cedido con el consentimiento de sus padres "para que se contribuya a hacer justicia", los hechos ocurrieron a las 21.45 horas en la Avenida Reina Sofía cuando, distraído mirando el móvil salieron del polideportivo municipal dos hombres.
"Me preguntaron por mi nombre", avanza, "uno me agarró de los hombros y otro sacó una navaja y apuntó a mi barriga", añade por teléfono, para decirle a continuación: "Te vamos a matar, maricón de mierda hijo de puta". Asustado ante la repentina amenaza, comenta que le dio tiempo a fijarse en la mano del agresor: "Me había sacado una navaja de unos 15 centímetros más o menos", detalla.
En ese momento, "de manera instintiva", señala. "di un salto hacia atrás" cuando en ese instante, y de repente, apareció cerca un coche blanco "que iba a bastante velocidad". Este "golpe de suerte" cree que le salvó la vida.
Los agresores, de los que afirma que no había visto anteriormente pero que cree que tendrían entre 16 y como mucho 19 años, optaron por la huida. “Dijeron algo así como 'corre, corre, que nos pillan'", y se fueron hacia un descampado próximo "mientras seguían diciéndome que me iban a matar todo el rato". Para que no les siguiera, le dieron un empujón que le dejó en el suelo.
A su juicio, ahora que "gracias a que pasó ese coche y de la manera que lo hizo, no pudieron hacer nada contra mí", porque considera que no le querían dar un susto; "mi impresión es que querían matarme".
Denuncia a la Policía
Una vez que se marcharon, Adrián llamó a las amigas con las que tenía previsto cenar esa noche y acudieron de inmediato. "Vinieron a socorrerme porque me iba a dar un ataque de ansiedad", asegura. A continuación, llamó a la Policía, que se personó "a los diez minutos", y les dio parte de la denuncia: "Me trataron muy bien y me ayudaron a relajarme", comenta.
Adrián, que este año va a empezar el Bachillerato en la ramo social, explica que, desde el colegio, ha venido sufriendo agresiones verbales, incluso físicas, y "amenazas a mi familia" por su condición sexual, pero "nada como esto que me ha pasado".
Entre las numerosas reacciones y muestras de apoyo que ha venido recibiendo en Petrer, "todo el mundo se ha volcado", quiere destacar la de la presidenta de la asociación Plántale cara al bullying. Salu Alarcón Abad, que contactó con él para ofrecerle asesoramiento jurídico.
"Tengo la suerte de que estoy vivo y puedo contarlo", añade, "y quiero que todo el mundo sepa lo que me ha pasado, más propio la España en blanco y negro que de una sociedad del siglo XXI", concluye.