Toda España conmemorará este año, 2023, el 250 aniversario del fallecimiento de uno de los personajes históricos más ilustres de la provincia de Alicante, el matemático, marino, ingeniero, militar y espía noveldense, Jorge Juan y Santacilia (1713-1773). Quizás el más influyente de los científicos de la Ilustración española cuyos descubrimientos cambiaron el modo de entender el planeta para todo el mundo.
La fecha clave para esta conmemoración será el 21 de junio, cuando se desarrollarán los actos centrales del año. Pero antes de eso, el próximo 10 de enero a las 18 horas y coincidiendo con la salida de la Vuelta al Mundo a Vela, la Ocean Race y la Armada Española han organizado una mesa redonda bajo el título Jorge Juan, ingeniero naval y marino.
Según explica el comandante naval de Alicante, Joaquín Vegara, este encuentro estará protagonizado por expertos en Matemáticas, Historia moderna y naval. No en vano, el marino alicantino se dio a conocer al mundo tras la expedición que realizó junto con su compañero caballero guardia marina, Antonio de Ulloa y de la Torre-Guiral.
A ambos se les encomendó como tenientes de navío, con veintiuno y diecinueve años de edad, la misión de acompañar a los académicos franceses al virreinato de Perú para realizar mediciones geodésicas con vistas a la determinación de la figura de la Tierra. La renuncia final de los científicos franceses no impidió que los marinos españoles concluyesen un trabajo que determinó de una vez que la Tierra está achatada por los polos.
A su llegada a España en 1746 tras dos viajes paralelos repletos de peligros y aventuras, ambos fueron ascendidos a capitanes de navío y tan sólo dos años después publicaron los resultados de sus investigaciones: Observaciones astronómicas, y Physicas, hechas de orden de S. M. en los reynos del Perú y Relación histórica del viaje a la América meridional, de carácter científico e histórico.
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Además, para conocimiento de la Corona española, redactaron Noticias secretas de América, que según la Real Academia de la Historia "se ocupaban de cuestiones relativas a la situación política, militar, civil y religiosa de los territorios visitados".
Actos en Novelda
Junto con las actividades organizadas por la Armada Española, en su Novelda natal se ha constituido una comisión para la celebración del aniversario en la que participan la Asamblea Amistosa Literaria del municipio, la sociedad civil y el Ayuntamiento, que son los encargados de organizar los actos centrales del 21 de junio.
Por parte del Ayuntamiento, participa el concejal Ximo Mira, quien explicó a este diario que esos actos tendrán lugar en la casa natalicia del marino, El Fondonet, en el término municipal noveldense. Y es que aunque Jorge Juan nació en Novelda, fue bautizado en Monforte del Cid que en el siglo XVIII pertenecía a Alicante, y dejó por escrito su origen Monforte.
"Está ya comprobado que nació en Novelda, aunque en la época quisiese dejar constancia de su bautismo en Alicante quizás por prestigiar su procedencia", asegura Mira. Lo cierto es que a los tres años quedó huérfano de padre y tras comenzar sus estudios en Alicante se trasladó a Zaragoza bajo la tutela de sus tíos Antonio Juan y Cipriano Juan, caballero de la Orden de Malta. De allí partió a la isla mediterránea con 12 años para su ingreso en la Orden.
Por el momento, la comisión para la efeméride ya ha cursado invitación al almirante de Cartagena y al rey Felipe VI para que estén presentes en los actos de junio, donde también participará la Patrulla Águila del Ejército del Aire poniendo el acento de la espectacularidad a la misa castrense y la ofrenda de flores al marino.
La Asociación 1707 Almansa Histórica acompañará los actos todavía por concretar con un desfile militar ambientado en la época histórica del marino alicantino. Además, el Ayuntamiento promoverá todo tipo de actos en varios rincones del municipio.
Los descubrimientos
Jorge Juan y Ulloa están considerados internacionalmente como los descubridores de los meridianos (concretamente el valor del meridiano contiguo al Ecuador), muy importantes tanto para la navegación como para las negociaciones políticas de su tiempo, ya que en algunos casos marcaban los límites de la soberanía de cada estado.
En este sentido, fue fundamental su obra Dissertación sobre el meridiano de demarcación entre los dominios de España y Portugal, en las negociaciones con Portugal.
Después de aquello, Jorge Juan fue enviado a Londres, donde ingresaría en Royal Society, con el objetivo secreto de lograr información sobre los nuevos métodos de construcción naval británica. Tras su trabajo, en ocasiones bajo identidades falsas, la Armada Española pudo contar con 80 técnicos en todo tipo de especialidades que modernizaron la construcción naval española.
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Fruto de aquella experiencia, además de científico y marino Jorge Juan, adquirió ingentes conocimientos de ingeniería que dieron lugar a una serie de barcos construidos con técnicas mixtas que renovaron la navegación. El más famoso de ellos, El Triunfante, al que la revista del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Canelobre 72, dedica un interesante capítulo elaborado por el periodista noveldense Juanjo Payá.
"La construcción de Jorge Juan con el apoyo del marqués de Ensenada supone un último momento dorado, también con el deseo y propósito de recuperación de una España fuerte que el científico alicantino, y toda la clase política de su tiempo, veía que se sumía en una preocupante decadencia, con la pérdida y abandono de las colonias, con los ataques piratas, las rivalidades internas e internacionales con Francia e Inglaterra, la falta de liderazgo, la imposibilidad de reinar de nuevo sobre los mares y unas arcas, cada día, más esquilmadas", resume Payá.
A partir de ahí dirigió varios proyectos astronómicos y militares que dieron lugar a la publicación en 1757 del Compendio de Navegación para el uso de los Cavalleros Guardias Marinas, mejorando ls técnicas de navegación náutica de la Armada Española.
El ocaso
La caída del marqués de la Ensenada en 1754 supuso de facto una pérdida de influencia de Jorge Juan, quien ascendido a jefe de escuadra en 1760 seguía delante con todo tipo de proyectos mientras se resentía su salud.
Viajó a Génova y fue nombrado embajador en Marruecos; fue director del Seminario de Nobles de Madrid, donde aplicó sus conocimientos científicos para la construcción de una máquina de vapor a las bombas de achique de los diques de carenar del Arsenal de Cartagena. Y publicó Examen Marítimo en 1771, una de las obras científicas más importantes de la historia española.
Según la Real Academia de la Historia, "dividida en dos tomos, dedica el primero a la exposición de los principios de la mecánica y su aplicación a las máquinas, así como a la mecánica de fluidos, destinándose el segundo propiamente al estudio del barco, en el que fue precedido por las importantes obras de P. Bouguer en 1746 y de Leonhard Euler en 1749".
El 21 de junio de 1773 falleció en su casa de Madrid. Y sus restos reposan en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz).