Un hombre singapurense ha sido detenido en Alicante como presunto asesino de una mujer también de Singapur que desapareció en Xàbia y que apareció sin vida en la localidad murciana de Abanilla el 10 de abril.
La Guardia Civil confirma a este diario que la víctima mortal ha sido identificada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial como Audrey Fang, una mujer de alrededor de 30 años a quien se le perdió la vista de un lujoso hotel de la Marina Alta hace una semana.
Desde el pasado 9 de abril no se supo nada de la turista, quien tenía previsto coger un vuelo de vuelta a su país el día 10, cuando fue encontrada sin vida en un bancal del municipio murciano con cuchilladas en varias partes del cuerpo.
[La Guardia Civil investiga la muerte a puñaladas de una mujer en un bancal en Abanilla (Murcia)]
"Un cliente que esta mañana venía a tomarse un café se ha encontrado el cadáver de una mujer", explicaba el día del suceso Isabel, empleada en la conocida Venta de los Collares de Abanilla, ubicada justo al lado de los terrenos donde se produjo el macabro hallazgo.
El cadáver de esta mujer no fue localizado por un cliente cualquiera, sino que resultó ser el inspector jefe de la Policía Nacional de Yecla, quien se la encontró con el coche cuando se dirigía hacia la comisaria el pasado miércoles, a las 7.47 horas.
De inmediato se acordonó el perímetro para no contaminar la escena del asesinato: la mujer estaba tirada sobre tierra que había sido arada recientemente y en la zona estaban tirados sus zapatos. Además, también presentaba un importante corte en el abdomen. El bancal en cuestión que tiene almendros está pegado a la carretera RM-412 que comunica Abanilla con Fortuna y la localidad alicantina de Pinoso.
Según Efe, el martes 9 abandonó a pie y sola el establecimiento a media tarde y desde entonces estaba en paradero desconocido. La salida levantó sospechas en el hotel, ya que había dejado todas sus pertenencias en la habitación, por lo que alertaron a las autoridades.
La familia denunció su desaparición y señalaron que se disponían a viajar a España para encontrarla. Hasta el diplomático de Singapur en Madrid se puso en contacto con el instituto armado para seguir el avance de la investigación. El caso ha horrorizado a los vecinos de la pedanía abanillera de Campules, con menos de cien habitantes. Y el sospechoso pasará a disposición judicial en los próximos días.