¿Qué ha pasado en Alicante con las izquierdas? En 2015 ganaron las elecciones y gobernaron después de 20 años de Partido Popular. Lograron sostenerse apenas dos años y medio y de nuevo volvió la derecha, hasta hoy, 4 años después.
La percepción del ciudadano es de que actualmente sólo existiera el PP en el Ayuntamiento de Alicante, pero no, éste sólo tiene 9 concejales, los otros 19 se los reparten Ciudadados (que gobierna con el PP, 5), PSOE (9), Compromis (2), UP (2) y Vox (2). La explicación a ello es la escasa participación de la oposición en la vida política, lo que está permitiendo que Barcala viva una legislatura dorada.
Echando la vista atrás, enseguida se piensa en Miguel Ángel Pavón, o sencillamente "Pavón", un político que, sin llegar a ser alcalde, tuvo una dimensión pública en Alicante pocas veces conseguida por nadie. Para la derecha fue blanco de sus iras, pues, mientras fue concejal, denunció todas y cada una de las irregularidades cometidas en el Ayuntamiento (si le preguntan a Sonia Castedo, su cara lo dirá todo).
La ciudadanía encontró en Pavón una persona que por fin la representaba: atendía a cualquier asociación, sindicato, colectivo o persona que se acercaba por su despacho solicitando colaboración, sin importar su identidad política. Era, además, una persona tan concienzuda en el trabajo que, incluso cuando delegaba, supervisaba el resultado, porque su nivel de responsabilidad con la sociedad era altísimo.
Entre los periodistas gozaba de un respeto absoluto: los datos, las cifras, las noticias que daba Pavón eran tan rigurosas que resultaban indiscutibles. Durante todo el periodo en que fue representante público, le indagaron y persiguieron y jamás pudieron encontrarle ni la más mínima corruptela, ni siquiera cuando ostentó el cargo de concejal de Urbanismo en Alicante, concejalía que gozaba de un lamentable historial en esta ciudad.
Paradójicamente, no fue la derecha quien logró defenestrar a la persona que había elevado la denuncia de la corrupción popular en Alicante a tema nacional, sino las luchas internas. En su propia organización, por intereses mezquinos, quienes tendrían que haber sido sus más estrechos colaboradores, se convirtieron en sus más encarnizados enemigos.
Cuando EU se unió a Podemos para presentar listas electorales en 2019, se le excluyó. Gracias a eso, la izquierda (el PSOE de Ángel Franco y el delfín de Ximo Puig no cuentan) bajó de 6 a 2 concejales. De una se sabe que en un pleno del Ayuntamiento denunció que poner el aire acondicionado era un micromachismo o algo así. Barcala la fulminó con una contestación, admito que muy divertida, y ya nunca más se supo de ella. Del otro, ni eso.
Todo esto viene a cuento porque acabo de leer la noticia sobre la venta del Cine Ideal y veo que quien ha levantado la liebre ha sido él. Me parece increíble que no estuvieran al tanto de lo que se estaba cociendo a sus espaldas ni Ximo Puig, ni Marzá, ni los concejales del Ayuntamiento, ni, y esto es lo más vergonzoso, la consellera de EU, que se comprometió en su momento con el tema del edificio del cine. Tanto si estaban en la inopia como si eran conocedores, han demostrado ser unos absolutos incapaces y me ha dejado claro que otro tipo de sociedad sería posible con otra clase de gente representándonos.
Para terminar, una pregunta: ¿Hasta cuándo las gentes de izquierdas nos vamos a ver privadas de personas como Miguel Ángel Pavón?
Esther Fedida Rubio e Ignacio González Santamaría son militantes de EUPV/IU.