Puede decirse que fue este "empatía" el término que flotó por encima de todos, durante la mesa redonda celebrada el pasado martes en el salón de la Casa Bardin, dentro de la primera mesa redonda del ciclo “Alicante, una provincia de fiesta”, que durante los próximos meses se desarrollará en diversas ciudades de nuestra provincia.



Ante un público interesado, se buscó el relato y las propuestas de cinco de los sectores productivos más afectados, a raíz del aplazamiento de nuestras fiestas en los dos años donde la pandemia interrumpió nuestras celebraciones. Algo que excedió, con mucho, el ámbito de nuestras propias Fogueres.



Moderado por Pepa Prats, presidenta de la UNDEF, se encontraron representantes del Gremio de Artistas, el mundo de la indumentaria en las fiestas de moros y cristianos, la pirotecnia, la música y el arte floral. Y lo primero que se puso en evidencia fue el hecho de pillar a todos ellos la pandemia con el pie cambiado. De sentirse como una gota en el océano de nuestra sociedad.

A partir de un tremendo parón que las leyes nunca pudieron intuir, de entrada, estos y otros sectores se sintieron desamparados, y una de sus primeras consecuencias ha sido la pérdida de trabajadores en buena parte de ellos, ya que han tenido que buscar otras alternativas profesionales para poder encarar el futuro.



Por ello, y atendiendo a cada uno de los participantes, resonaban las sinceras palabras de Manuel Ferrández, lamentando que este receso quizá favorezca la desaparición de firmas de nivel medio en la pirotecnia, al concentrarse estas manifestaciones en pocas pero grandes empresas. En cualquier caso, mostraba su esperanza al ver que esta grave situación ha permitido que todas las firmas de la Comunidad Valenciana se hayan unido a nivel federativo.

Mesa Redonda en el IAC Juan Gil-Albert.

Ángela Jordán, presidenta de la asociación de empresas artesanas de Villena -también federada a partir de esta coyuntura- se sinceraba ante la dura situación vivida por esas 300 familias que en nuestra provincia viven de este importante sector para la brillantez de sus fiestas, y que va a provocar que algunas de ellas abandonen esta vertiente para siempre, en búsqueda de otros destinos profesionales.



El músico Andrés Colomina apelaba en sus palabras a la búsqueda de la profesionalización en el terreno de las agrupaciones musicales, al tiempo que buscar como salidas la búsqueda de mecenazgos, que les permita avanzar sin depender necesariamente de ayudas institucionales. En todo caso, mostraba su optimismo ante la vivencia de un nuevo boom en este contexto tan esencial para nuestras celebraciones.



Por su parte, Juan Carlos Armengol exponía la necesaria reinvención vivida en el mundo del arte floral, proponiendo nuevas campañas mediante la venta online. Al igual que en los otros sectores, se veía como la normalización de la vida festiva está animando poderosamente la recuperación de su área.



Y finalmente, un emocionado Joaquín Rubio, no dudaba en expresar las enormes dificultades asumidas por los profesionales de los tres gremios de artistas de la Comunidad Valenciana, y en las que las tareas de los artistas aparecían casi como un corpúsculo entre las disposiciones institucionales y las dificultades de las diferentes comisiones.



Agradeció la ayuda brindada por la Diputación las pasadas navidades -370.000 euros-, lamentó la incidencia de la subida de materiales cara al inminente futuro, y deseó que al menos, y pese al estancamiento de presupuestos, los artistas alicantinos puedan seguir apreciando la seña de identidad más definitoria de les Fogueres.