Es una pena que Gerard Fullana y Toni Francés, líderes de PSOE y Compromís, dejen la Diputación de Alicante sin haber aportado absolutamente nada a la provincia. Pero peor aún es que lo único que propongan es que se despida a los 8 trabajadores (repito trabajadores, ya que a la izquierda se le llena mucho la boca con esa palabra) de libre designación nombrados por Ciudadanos (Cs). Saben que no pueden acabar con Javier Gutiérrez y Julia Parra y se ceban con los más débiles.
Yo entiendo que la institución provincial de los alicantinos, que no gobierna el Botánico -la única de las grandes instituciones de la Comunidad junto con los ayuntamientos de Alicante, Torrevieja y Benidorm-, sea un objetivo muy preciado. ¿Pero a toda costa? ¿A dos meses de las elecciones autonómicas y municipales? ¿Hablando de "transfuguismo" cuando ninguno de los dos exdiputados de Cs ha cambiado ningún gobierno ni mejorado su posición personal? De transfuguismo debería hablar Mamen Peris.
PSPV-PSOE, Compromís y Podemos, hace apenas dos años se negaban a negociar con Cs una bajada del listón electoral o cualquier otra medida porque era uno de los partidos de la "foto de Colón". Hoy, después de que Pedro Sánchez y sus fontaneros engañasen a Inés Arrimadas (y ella se dejase engañar) para romper con el PP en Murcia, Castilla y León y Madrid y terminar siendo un partido en extinción sin base social, la izquierda ha cambiado de opinión. ¡Como las encuestas no dan al partido naranja ni un diputado, es gratis alinearse con Cs! Con este Cs, el de Mamen Peris, menudo nivel.
Porque el problema de Cs no es que sus dos diputados se nieguen a romper el pacto de Gobierno en Alicante y entreguen la institución provincial a la izquierda. El problema de Cs es que ya no tienen votantes ni apenas afiliados. Cs nació y alcanzó su mayor éxito oponiéndose al nacionalismo y el independentismo catalán. Y hoy, quieren servir en bandeja a Compromís una institución en la que sólo tiene un diputado.
Siento mucho respeto por aquellos liberales, que los hay y los conozco personalmente, que se van a quedar hasta el final. Que van a "apagar la luz y cerrar la puerta" cuando todo esto termine. Pero ninguno por aquellos que están dispuestos a vender su alma y supuestos ideales al mejor postor por un puestecito más allá de mayo de 2024.
Es una pena que en España no pueda consolidarse un partido liberal, entre el PP y el PSOE, que contribuya a dar estabilidad a cualquier gobierno desde la moderación y la sensatez. Pero desde luego, los que están pilotando la nave de Cs, si es que alguien la pilota, no serán quienes consigan que un partido de centro tenga el éxito que le deseo. Habrá que esperar a nuevas aventuras.