Manuel López, representante de la Asociación de Vecinos Guardamar Playa (Babilonia) compareció el pasado 1 de julio en la comisión de Medio Ambiente de las Cortes Valencianas. Allí expuso con toda claridad cómo el espigón de 500 metros construido en 1991 en dirección opuesta a las dinámicas del mar, ha terminado por acabar con las playas del municipio.
Su exposición no dejó motivo a la duda. Apoyado por los estudios técnicos realizados hasta la fecha, alertó de las consecuencias para todo el litoral provincial, y especialmente el de la Vega Baja alicantina. Una zona expuesta a inundaciones cíclicas que pueden terminar con resultados dramáticos, como la de la DANA de 2019.
De entre toda la documentación, López destacó que la propia Administración del Estado (Dirección General de Costas, a través del CEDEX) reconoce en un estudio que "el sistema litoral de la zona, que abarca desde Cabo de Santa Pola a Cabo Cervera (Torrevieja), era un sistema estable que se ha visto alterado, específicamente, por el espigón de Guardamar, creando dos nuevos sistemas a cada lado del mismo casi independientes".
El dictamen afirma que "los diques de encauzamiento de la desembocadura del río Segura, en el centro, han alterado la configuración natural del sistema litoral.
(...) Esta situación ha hecho que, el sistema litoral original, se fragmentara en dos
sistemas litorales prácticamente independientes; al norte y al sur de la
desembocadura".
Sólo un caso
La situación no es exclusiva de Guardamar. Sucede en todo el litoral de la Comunidad Valenciana: en Dénia, Nules, Almassora, Arenales del Sol, La Safor. En todos los casos los vecinos se quejan de que el paisaje ha cambiado por la construcción de espigones y puertos.
Por eso, el mismo día de la comparecencia en las Cortes de Manuel López se constituyó una nueva plataforma con asociaciones de vecinos y ecologistas de toda la Comunidad para "actualizar el marco legislativo de forma que sea posible proteger, conservar y recuperar-regenerar el patrimonio cultural o natural de valor universal excepcional situado en nuestro territorio". Se ha denominado "Mediterrania".
A este movimiento ya se han adherido varias decenas de asociaciones a través de change.org (https://www.change.org/mediterrania) y en la actualidad ha iniciado su andadura en redes sociales con el objetivo de proteger el litoral de los fracasos constructivos del pasado.
El debate
Ante la contundencia de estos datos, los diputados de Podemos y Compromís, Beatriz Gascó y Graciela Ferrer, respectivamente, trataron de derivar el debate hacia el cambio climático. López contestó que los efectos del cambio climático registrados por los expertos tan sólo han producido el ascenso de unos milímetros de la lámina de agua del Mediterráneo en la costa.
Más agresiva fue la intervención del diputado socialista Francis Rubio, acusando a López de intentar ocultar que alguno de esos informes de CEDEX también incluyen la recomendación de la demolición de las casas construidas en la Segura República por el ingeniero Mira.
Detrás de esta intervención subyace el hecho de que fue un Gobierno socialista el que construyó el espigón y son Gobierno socialistas municipales, autonómicos y nacionales los que tratan de acabar con las casas que demuestran y son el testigo del desastre generado por esa construcción fallida.
Primero porque ha alterado los ciclos naturales y segundo porque impide la salida de sedimentos del río que debería nutrir las playas. De hecho, continuamente ha de ser dragado el río y ante avenidas importantes provoca roturas en el cauce en poblaciones aledañas, cuando no hay que romperlo de forma controlada en Guardamar para dejar salir el agua.
Manuel López, sin embargo, contó con el apoyo de los diputados de PP y Cs, )Elisa Díaz, José Císcar o Emigdio Tormo) en sus reivindicaciones, quienes se han comprometido a defender las reivindicaciones de los vecinos de toda la Comunidad.