La Guardia Civil ha detenido a dos hombres como supuestos autores de un robo con violencia e intimidación que ocurrió el pasado 4 de mayo en una finca de Orihuela-Costa. Los detenidos, ambos de nacionalidad lituana, utilizaron el método de estrangulamiento conocido como mataleón, que consiste en abordar a las víctimas por la espalda y estrangularlas con los brazos en el cuello hasta que pierden el conocimiento para después robarlas.
El vigilante privado necesitó ser intervenido quirúrgicamente por fractura de mandíbula, según ha informado la Guardia Civil este miércoles en un comunicado. Aunque la detención se produjo los pasados días 29 y 30 de junio, de los dos supuestos autores del asalto considerados "muy violentos".
Uno de ellos fue arrestado en un hotel de cuatro estrellas en Benidorm, donde estaba alojado, y el otro fue localizado en una prisión de Madrid, a punto de ser extraditado a Estonia. Ambos, de 36 y 39 años, están acusados de un delito de robo con violencia e intimidación y otro de lesiones graves por el asalto en Pilar de la Horadada.
A por el botín
Los dos ladrones propiciaron una "brutal paliza" al guardia de seguridad, al que también robaron 400 euros y el teléfono móvil. Tras esta agresión, arrancaron las cámaras de videovigilancia para no ser identificados e irrumpieron en la vivienda de la finca con el fin de obtener un botín mayor. Sin embargo, los investigadores consiguieron acceder a parte de la grabación y, gracias a su pormenorizado análisis, lograron una definición completa de sus rasgos físicos.
Los agentes intuyeron que los dos supuestos ladrones habrían podido actuar en localidades cercanas, por lo que el instituto armado difundió las imágenes entre otros puestos del Cuerpo. Tras llevar a cabo una investigación, las autoridades descubrieron que los dos sospechosos habían sido arrestados tan solo dos semanas antes por la Guardia Civil de Torrevieja por un delito de falsedad en sus documentos de identidad lituanos. Pero en esa ocasión, quedaron en libertad con cargos.
"El paradero de ellos fue extremadamente difícil de averiguar, debido a que cambiaban continuamente de vivienda, carecían en España de domicilio fijo y, además, usaban identidades falsas para buscar alojamiento", según la nota del instituto armado.
Finalmente, se detuvo a uno de ellos en una cárcel de Madrid, tras conocer su inminente extradición a Estonia para cumplir diez años de prisión por pertenencia a grupo criminal, estafa y robo con violencia e intimidación. La detención del segundo se produjo en un hotel de cuatro estrellas de Benidorm donde se encontraba alojado