"Llega un momento que no puede seguir así". La Plataforma en Defensa de la Cruz reclama que se "dignifique" la pieza retirada de la plaza de Callosa de Segura y que se conserve como símbolo religioso. Para ello quieren que se musealice el almacén del museo del cáñamo en el que se custodia y así puedan ir a visitarla.
Este sábado se cumplen cuatro años desde que las máquinas y operarios entraron para cumplir con la orden de quitarla. Fran Macià, el entonces alcalde por el PSOE, recuerda la "tensión y nervios ante una operación logística compleja, tanto en la seguridad de las personas para que no hubiese ningún herido o lesionado pues hasta las 00:00h no se desalojaba la plaza España".
En el otro lado estaba Luis Valdés, vicepresidente de la citada asociación. "Fue terrible", asegura. "Había aproximadamente unos cien guardias civiles, y fue terrible ver a tantos para gente tan pacífica como nosotros". Cuando llegó la medianoche, afirma, se vio a "abuelas que las cogieron entre tres guardias civiles y nos fueron sacando poco a poco a todos". La cruz se la llevaron en un camión a las seis de la mañana.
Este frío enero, los representantes de la plataforma vecinal han acudido a la sala del museo del cáñamo de esta localidad de la Vega Baja para grabar el estado en que se encuentra. Después de un cambio de gobierno municipal, de un alcalde socialista a otro popular, Manuel Sirvent, esperaban otro destino para una cruz tirada sobre un palé. "Se tienen que poner las pilas y adecentar el tema para que se quede como una cosa decorosa", demanda Valdés.
Levantarla del suelo
Con las ideas de adecentar y decoro pretenden que se hagan cuatro cosas. La primera, levantar la cruz del suelo. La segunda, rodearla con los elementos con que estaba en la plaza. La tercera, acompañarla de paneles explicativos. Y la cuarta, facilitar el acceso de las visitas.
El primer paso, según explicaba el pasado noviembre el actual alcalde, tiene difícil solución. "Está en una dependencia de un museo y no puede estar apoyada porque al romper la base con radiales, no tiene base", razona. Por eso asegura, el exmiembro fundador de esta plataforma que "si se hubiera podido poner de otra manera, se habría puesto".
A Valdés no le parece suficiente esa respuesta. Cuando se retiró la Cruz de los Caídos y aparecieron en los medios de todo el país, se puso en contacto con los marmolistas de Macael para saber si se podría recuperar. "Y dijeron que se podía solucionar. Introducen un alma, una especie de armazón en el mármol para que haga de soporte, y este se ajuste con otras placas. Por tanto es solucionable".
A lo segundo que demandan tienen sus dudas. "Ha desaparecido el enrejado perimetral y hemos buscado los faroles y estos tampoco están", asegura.
Centro de interpretación
En el punto tercero, se produce el primer punto en común con Macià. "Desde mi posición se planteaba y proponía —respaldado por los informes del comité de expertos de Conselleria— la creación de una sala de la memoria a modo de centro de interpretación de la guerra civil y dictadura en Callosa de Segura, donde el monumento de la Cruz de los Caídos debe ser la pieza principal de ese centro".
El actual líder de la oposición municipal considera que "este símbolo recoge toda esa historia: desde la represión republicana en Callosa, a la expedición que busca la liberación de José Antonio Primo de Rivera en la cárcel Alicante, la represión en la zona nacional y dictadura, y el exilio".
Macià cree que con la adecuación del espacio permitiría "a las siguientes generaciones conocer una historia de sus paisanos que hoy se desconoce, o se conoce de forma sesgada". "Un centro de interpretación donde todas", y ahí subraya la palabra, "las víctimas estén representadas y reconocidas". Aquello no se llegó a hacer durante su mandato, pero ahora podría serlo.
Valdés desearía que en esa sala se pusieran "unos paneles explicativos asépticos de por qué está ahí, los motivos y que explique su estructura, de algo que para nosotros es un orgullo". Eso mientras se resuelve la demanda que a través de Abogados Cristianos han puesto por lo penal. "Ahora está en el Supremo y esto sigue", recalca.
Eso devuelve a Macià a aquella madrugada de domingo a lunes de 2018. "De alguna forma pensé que podía marcar un punto y final en la aplicación de la ley memoria histórica, aunque, como seguimos comprobando con tu pregunta de hoy, en realidad fue un punto y seguido".