"Es un viaje de ida y vuelta porque vuelvo a mi casa", señala Rafa Vives, candidato del PP en la Daya Vieja, el municipio más pequeño de la Vega Baja alicantina que contra todo pronóstico ha estado gobernado por Compromís durante los últimos cuatro años, coincidiendo con los dos años en que el exalcalde y su equipo dejaron el PP para presentarse por Ciudadanos (Cs) por discrepancias con la antigua dirección provincial del partido.
Vives es todo un veterano en la política local, comarcal y provincial de Alicante. Fue 16 años alcalde y durante buena parte de ese tiempo coordinador comarcal del PP en la Vega Baja. Empresario y emprendedor, se propuso sacar a su municipio del anonimato cuando llegó al cargo y consiguió doblar su población y dotarle de todos los servicios que carecía.
Según Vives, "Daya Vieja es un municipio que tradicionalmente ha votado al centroderecha y estoy convencido de que ahora lo hará de nuevo porque tenemos un liderazgo, el de Carlos Mazón, que ha conseguido unir a todo el partido. Especialmente en la Vega Baja que actualmente vive muchos problemas con la política hídrica y la imposición de la lengua".
En mayo de 2019 Vives perdió las elecciones por 12 votos frente a Compromís, liderado por José Vicente Fernández, en el único municipio de la comarca donde obtuvo representación el partido nacionalista. En aquella ocasión el PP presentó otra candidatura que obtuvo 21 votos pero se quedó sin representación permitiendo que la izquierda gobernase. El mensaje de Compromís caló especialmente entre los residentes extranjeros
El próximo 28 de mayo Vives y su equipo popular concurrirán de nuevo a las elecciones frente a Compromís sin ninguna otra candidatura que pueda restarles votos. Ni siquiera el PSPV-PSOE presenta lista en el municipio. Y esta vez no se prevé tanta afinidad entre el electorado europeo y el alcalde nacionalista.
La Herencia
El gobierno local de Compromís ha supuesto cuatro de años de paralización del proyecto iniciado por Vives en 2003 que logró hacer crecer a una aldea de apenas 200 habitantes que venía perdiendo población desde 1975, a un municipio envidiado por sus vecinos. Con más de 700 habitantes, todo tipo de instalaciones municipales, campo de fútbol, piscina, Policía Local...
Muchos de esos logros se han perdido en los últimos años. La piscina ha estado dos años sin utilizarse y ya no hay Policía Local. Lo único que queda es el coche adquirido en el último mandato de Vives como alcalde que costó 40.000 euros, aparcado y si uso porque no hay agentes.
Todas esas inversiones, sin embargo, han tenido un coste. Daya Vieja es el municipio más endeudado de la provincia de Alicante en términos relativos: 2,7 millones de euros, lo que supone 3.827 euros por habitante. Según Vives esa deuda es lo que costó poner en marcha todos los servicios municipales: "Hoy, cuatro años después del gobierno de Compromís ya no tenemos esos servicios pero sí la deuda, porque el alcalde no ha hecho nada".
"Ahora que tanto se habla de la España Vaciada y de necesidad de políticas públicas para revertir la situación, tengo que decir que nosotros lo hicimos solos, sin ayuda de nadie. Y volveremos a hacerlo porque tenemos proyectos para el crecimiento y la deuda es sólo el 30% de la inversión que hicimos. Los vecinos nos conocen y saben que somos capaces de volver a poner a la Daya Vieja en el lugar que merece", añade Vives.