La localidad de Torrevieja (Alicante) fue el centro de la polémica en su Gran Desfile del Carnaval del pasado 5 de febrero por los atrevidos disfraces con medias, ligas, cubre pezones, tacones y lencería, y con mensajes políticos que vestían niños y adultos de la comparsa Osadía. Las críticas por la sexualización de los menores ha llegado hasta los tribunales después de que el Juzgado de Instrucción número 1 del municipio haya abierto diligencias previas tras la denuncia de la Fundación Española de Abogados Cristianos.
El espectáculo no dejó indiferente a nadie, y recibió múltiples comentarios negativos como: "¿Esas niñas no tienen padres?" o "¿Qué pedófilo ha montado esto?". Ahora, el magistrado ha abierto diligencias previas para estudiar si los responsables de Osadía incurrieron en algún delito recogido en el Código Penal.
Para ello, se averiguarán las identidades y circunstancias de los responsables y la realidad de los hechos sucedidos. Así, el magistrado también ordena que se dé trasladado al Ministerio Fiscal para que emita informe sobre la tipicidad de los hechos denunciados.
El año pasado, la comparsa Osadía también fue objeto de críticas por vestir a las niñas más jóvenes como monjas. De hecho, el párroco local, Pedro Payá, llegó a exigir que no desfilaran días más tarde: "Me parece una falta de respeto hacia aquellos que consideran los sentimientos religiosos muy importantes", declaró.
El sacerdote explicó que no estaba en contra del carnaval siempre y cuando no se traspasaran ciertos límites: "La osadía tiene esa particularidad de ser una línea muy fina y aquellos que se atreven a cruzarla asumen los riesgos".
Tras la polémica en redes sociales y la descontextualización que ha implicado, el Ayuntamiento de Torrevieja salió en defensa de la comparsa Osadía tras la avalancha de críticas por considerar su espectáculo como "hipersexualizado". Lanzaron un mensaje de apoyo a "la gran familia del Carnaval y a la Junta directiva de la Asociación Cultural Carnaval de Torrevieja". Y argumentaron que "el Carnaval es crítica, sátira, provocación, diversión, y sacar fuera de contexto y dimensionar un hecho como el que se está criticando está totalmente fuera de lugar".
Este año, la comparsa apostó por criticar a través de la sátira, la situación política actual en España con su espectáculo Prometer hasta meter. Para ello, cada bailarina representaba un partido político, llevando a su espalda las propuestas políticas de cada partido. En el caso de la representación del PSOE, se apreciaba pancartas con una caricatura de Pedro Sánchez y una bandera LGTB.
En el caso de VOX, una caricatura de Santiago Abascal y un cartel con el texto "El feminismo nos oprime". Para Podemos, una imagen de Yolanda Díaz y una bandera republicana y para el PP, pancartas como "Me gusta la fruta" y "España se rompe". Un disfraz que le llevó a hacerse con el cuarto premio, dotado con 650 €..