Alicante

De limpiar la casa a limpiar las cuentas. Esa es la acusación por la que la Guardia Civil ha detenido a una mujer en un pueblo de Alicante. La víctima es un anciano británico de 91 años que vivía solo y que denunció que se había quedado sin ahorros.

Las notificaciones por impagos fueron la señal de alarma de lo que estaba sucediendo en la cuenta bancaria del perjudicado, según indica el comunicado de la Guardia Civil. Los recibos que estaban siendo devueltos porque no se disponía de saldo suficiente indicaban que algo estaba sucediendo cuando debía de tener ahorros suficientes para hacer frente a sus gastos.

Tras solicitar dinero a su hijo para hacer frente a los gastos cotidianos, la víctima acudió a la Guardia Civil para denunciar lo que había sucedido y que investigaran lo ocurrido. Según esas primeras declaraciones, los ahorros con los que contaba eran más de 50.000 euros.

Los agentes del puesto principal de la Guardia Civil en Almoradí se encargaron de iniciar inmediatamente una investigación para esclarecer los hechos. Durante el estudio de la documentación recabada, los agentes localizaron una gran cantidad de pagos y extracciones bancarias inusuales.

Avanzadas las indagaciones, los agentes pusieron el foco de interés sobre la última cuidadora del anciano. Esta llevaba año y medio acudiendo al domicilio del perjudicado, situado en Rojales, para ayudarle con el aseo personal y las tareas domésticas.

Esas tareas son, precisamente, las que levantaron las sospechas. Los agentes comprobaron que, durante ese tiempo, la presunta autora había estado utilizando la tarjeta del perjudicado para pagar en todo tipo de comercios. Entre ellos, más allá de los que parecerían necesarios, ya que se incluían establecimientos de ocio y salones de juego.

El pasado 10 de junio, la sospechosa fue localizada por los agentes en la localidad de Formentera del Segura (Alicante), cuando intentaba vender una vivienda de su propiedad. Ahí fue detenida por la Guardia Civil como presunta autora de un delito de estafa, por valor de 53.753 euros, aprovechándose de la edad y situación de la víctima, de 91 años, oriundo del Reino Unido, que reside solo en España.

Se trata de una mujer de 64 años, de nacionalidad española, a la que le constan antecedentes. Ha sido puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja, que ha decretado libertad con cargos hasta que se dicte sentencia firme.