Alicante

Quien haya estado en la Vega Baja durante el fin de semana del 12 al 14 de septiembre de 2019 no puede olvidar las impactantes imágenes de las inundaciones provocadas por la fuerte Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a gran parte de la comarca y de la Región de Murcia.

En tan solo 24 horas, se registraron 6 récords de precipitación en la zona, un temporal que dejó imágenes impactantes de calles, coches y partes de viviendas sumergidas bajo el agua.

El temporal más dañino para la comarca en 140 años dejo en algunos puntos registros de hasta 543 litros por metro cuadrado en 48 horas, el doble de lo que suele llover todo el año en la comarca de la Vega Baja.

Aquel fin de semana de septiembre de 2019, las fuertes lluvias hicieron que colapsase la Rambla de Abanilla. Inmediatamente las pedanías oriolanas de Escorratel, Puente Alto y La Campaneta quedaron anegadas.

Horas más tarde el cauce del río no aguantó la presión del agua y a la altura de Almoradí se produjo una rotura, lo que provocó la inundación de la comarca.

Causas

¿Por qué razones fue la DANA de 2019 tan catastrófica? Para responder a esta pregunta, este periódico se ha puesto en contacto con el meteorólogo Pedro Gómez, fundador de MeteOrihuela.

Según el meteorólogo, la gota fría provocó tantos daños "por una sencilla razón".

"En la Vega Baja tenemos el único espigón de toda España que fue construido al revés", recuerda.

Entre 1990 y 1994 la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) encauzó la desembocadura del río al mar mediante un espigón de 525 metros orientado al revés que todos los construidos en el Levante español, con orientación Este y Noreste (E-NE).

Una situación que hace que, en caso de fuertes lluvias, el agua no pueda fluir al mar, y se encuentre con una barrera "que provoca grandes inundaciones que pueden estancarse durante días", tal y como ocurrió en septiembre de 2019.

Río Segura

Desde 2019, se han tomado varias iniciativas para mejorar las condiciones de la comarca de cara a futuras gotas frías. Una de ellas siendo el plan "Vega Renace", nacido con el fin de realizar obras en el cauce. 

A pesar de haber realizado algunos trabajos como parques inundables y balsas de recuperación de agua, las iniciativas siguen siendo "insuficientes" a ojos del meteorólogo y del propio Juzgado privativo de Aguas de Orihuela.

Así, además de la defectuosa desembocadura del río, existen otros factores que podrían agravar las consecuencias de una posible futura DANA.

Uno de ellos es el mantenimiento de los alrededores del río Segura. Para Gómez, "es fundamental que se realice una limpieza periódica del río para que el agua pueda fluir de forma adecuada y evitar así que se paralice su cauce".

Según denuncia Gómez, en algunos puntos de la Vega Baja como el tramo entre las localidades de Almoradí y Benejúzar, "salta a la vista" la falta de mantenimiento.

"Se ven solo cañas y no se puede apreciar el poco agua que fluye", denuncia el meteorólogo. 

¿Quién lo gestiona? El mantenimiento del río Segura está actualmente a cargo de la Confederación Hidrográfica del Segura. Para el meteorólogo, la solución a esta situación de "dejadez" pasaría por hacer uso de "más máquinas" y de forma "más periódica".

"No puede ser que se quiera limpiar a toda prisa a la víspera de un temporal, el río necesita ser cuidado durante todo el año", enfatiza.

Falta de agua

Tras vivir una de las peores sequías, la Vega Baja sigue necesitando agua más que nunca.

"Necesitamos que caigan lluvias generales y constantes, y que no sean solo cuatro gotas". En este sentido, el meteorólogo enfatiza en la importancia de unas lluvias regulares para el correcto crecimiento de la flora de la comarca, además del buen desarrollo de la agricultura.

"Los pinos se están muriendo por falta de agua y la situación podría llegar a ser grave si no empieza a caer una lluvia de calidad", lamenta.