Orihuela
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La provincia de Alicante y media España se han levantado este lunes 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmocionadas por el asesinato de una joven de 15 años, presuntamente a manos de su expareja, de 17 años.

La menor recibió una cuchillada mortal en el cuello, y la principal hipótesis es que se trata de un crimen pasional. Al parecer, la chica había roto la relación con el presunto asesino hace unos días, a quien sus compañeros de instituto llamaban Rayo. La misma noche del domingo, la Guardia Civil procedió a la detención del menor acusado de un delito de homicidio.

El asesinato ocurrió en un pequeño callejón en el que aún se pueden observar manchas de sangre de la joven asesinada, quien dejó marcadas sus manos ensangrentadas en las paredes.

Ataviado con un batín, el vecino extranjero que vive pared con pared con el callejón explica con dificultad en castellano que él ha pagado de su bolsillo una puerta para impedir que la gente entre, pero que se la han roto numerosas veces, y que el lugar puede llegar a ser peligroso.

Marcas de sangre en el callejón. J.V.

El vecino no supo nada hasta que oyó las sirenas de la policía. Recuerda que los agentes estuvieron buscando el arma homicida en el parque de perros que se encuentra al cruzar la carretera: "Buscaron con linternas mínimo en doscientos metros".

Un joven en patinete, que ha acudido a la zona del crimen para enterarse de lo que todo el mundo comenta en su instituto, Playa Flamenca, asegura que conocía al presunto asesino y que lo veía "muy calmado en el instituto".

Más huellas ensangrentadas. J.V.

En la puerta del centro, otros dos compañeros aseguran que tanto agresor como víctima eran estudiantes del instituto, donde se ha guardado un minuto de silencio.

"Lo conocía y era un chico muy tranquilo. Se dice que se enteró de una infidelidad y se volvió loco. Nunca pensé que podría llegar a matar", comenta uno de sus compañeros.

El callejón donde ocurrieron los hechos. J.V.

Vecinos conmocionados

El asesinato de la menor ocurrió en la calle Morral de Orihuela Costa, en la urbanización La Florida, donde gran parte de los vecinos son de nacionalidad extranjera.

Bárbara, otra vecina de la urbanización, lleva viviendo veinte años aquí y asegura que es una zona muy amigable, donde todo el mundo se ayuda, y no puede evitar la sorpresa al conocer la noticia.

"Es muy inusual. La gente es muy amable aquí, nunca pasa nada. Es una zona muy buena para vivir, con casas, familias y niños".

"Mierda grande" ha sido la primera reacción de Peter, un alemán que también lleva veinte años viviendo en la zona, al enterarse de lo sucedido.

El parque de perros de la urbanización. J.V.

El hombre estaba paseando por la calle cuando escuchó las sirenas, pero esperaba que se tratara de "una cosa pequeña", manifiesta con dificultad en castellano, y no de un caso tan cruento a escasos metros de su casa.

Otro vecino extranjero, que paseaba a su perro en el parque cercano a la escena del crimen, asegura que "no ha escuchado nada, pero que sí que ha oído alguna vez en Facebook algún caso de robo a alguna señora mayor de sus joyas, pero nada tan serio".

De confirmarse el crimen por violencia de género, sería la víctima número 41 en toda España, la séptima en la Comunidad Valenciana y la cuarta en la provincia de Alicante en lo que va de año.