Decir que, históricamente, unas religiones han bebido de otras es algo conocido, aunque en el caso del pastafarismo es literal puesto que surgió como un movimiento contestatario contra el dogmatismo y que, precisamente, tiene en la cerveza su bebida sagrada.
Sin diez mandamientos, sino ocho condimentos, y con un dios, el Monstruo del Espagueti Volador, que "creó el universo después de beber mucho", lo cual "explica las imperfecciones del mundo creado", sus fieles llevan una década luchando por su legalización en España, sin éxito.
Su origen se remonta a Estados Unidos, donde surgió en 2006 como protesta ante el intento del Consejo de Educación de Kansas, impulsado por sectores conservadores, de introducir la hipótesis del creacionismo en las aulas donde se equipararía con las teorías de la evolución biológica, aceptadas por la comunidad científica.
Pronto, la denuncia del profesor Bobby Henderson, desde entonces considerado el profeta, se extendió a todo el mundo en un momento en el que internet se estaba expandiendo, captando miles de fieles en torno a la Religión Pastafari o Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador; también en España.
En Alicante
Alicante es una de las ciudades españolas cuya congregación está más activa desde los inicios, explica por teléfono desde Barcelona Antonio Lobo, representante legal de esta religión en el conjunto del país. Así conocemos a "los hermanos alicantinos", encabezados por el reverendo-paster Anto, de nombre Antonio García, acompañado en las homilías por Antonio Olmos y Yolanda.
Juntos, protagonizaron hace tres fines de semana la última 'bendición de las aguas' en la playa alicantina, el autodenominado "rito tradicional pastafari para la limpieza de medusas y preparación de las aguas para el baño a parte de bautismos y confirmaciones espontaneas".
Rodeados de unos 15 fieles de una treintena que conforman la cofradía, bautizaron a espontáneos, a una bebé hija de un pastafari y a varios perros y asistentes. Todo en un ambiente festivo donde no faltaron los guiños, sobre todo, a la religión católica.
Porque de eso trataba una de las primeras incursiones de la cofradía alicantina. En la misma fecha, pero del año 2016, solicitaron al ayuntamiento la presencia de la banda de música municipal para su bendición de las aguas, "de la misma forma que se ceden a las procesiones de Semana Santa, de confesión católica", señala. "Les pedimos que tocaran Paquito el chocolatero y Agüita amarilla (de Los toreros muertos)", recuerda García. "Invitamos al acto a los políticos, pero nos dijeron que ese día estaban liados".
Este y otros eventos los preparan en la "iglesia" que tienen en el barrio de San Blas, lo que no deja de ser el taller mecánico de Antonio García donde se suelen reunir todos los viernes sobre las 19.30 horas en torno a una mesa llena de cervezas y "si hay ganas, porque nos tomamos nuestra religión de manera relajada y laxa", avisa.
Registro oficial
El pastafarismo es una religión oficial en algunos países como Nueva Zelanda, donde ya se han celebrado bodas legales, y está en proceso de solicitud en otros, como Polonia, Holanda o Alemania, donde ya existe la primera iglesia del Monstruo del Espagueti Volador en Templin, un pueblo al norte del país.
España va por el tercer intento de legalizarse en una década, pero se ha topado con un muro, explica Antonio Lobo. "Nos metieron muchos años en un cajón", se lamenta, en alusión a la petición que realizaron en el Registro de Entidades Religiosas donde se encontraron en 2016 con la respuesta negativa del Ministerio de Justicia.
Frente a la negativa del gobierno, insiste Lobo, existe "la facilidad" que tienen otras religiones para registrarse en España. Un rápido vistazo al listado de entidades eleva a 19.498 el número de religiones oficiales, siendo de las últimas en entrar la 'Asociación No estás sola' o la 'Iglesia Vertical'. "Somos los únicos a los que se nos ha denegado algo tan básico como el registro", denuncia.
Así, ante el rechazo a poder inscribirse, recurrieron a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Para ello, redefinieron los estatutos, la biblia y el resto de documentos, de la mano de un abogado y procurador de Barcelona, afirma Lobo.
Pero, en octubre del año pasado, el magistrado resolvió que “No puede pretenderse que se trata de una religión, porque visto su credo, estatus y mandamientos, no se aprecia en absoluto finalidad religiosa”. Es más, añadieron: "Fue creado con una finalidad distinta a la religiosa. Respetable, pero distinta: la de hacer una parodia crítica a unas decisiones en el sistema educativo del Estado de Kansas”.
¿Parodia?
Este elemento, el de la parodia, es fundamental para entender por qué España no quiere a los Pastafaris de manera legal. "El Pastafarismo no es una paradia", responden García y Lobo, "en ninguno de nuestros escritos se especifica que sea paródica", avanza el segundo, "lo que pasa es que en el Registro y en la Audiencia Nacional se han basado en un artículo de Wikipedia en el que dice que sí lo somos", se lamenta Lobo.
"Sí hay una base de humor y de tomarse las cosas de otra forma a como se la toman otras religiones", reconoce el representante legal. Solo así se explican algunos de los comentarios en la web oficial pastafari: "Para ser pastafari únicamente has de proclamar que has sentido ser tocado por su apéndice tallarinesco. A partir de ese momento tendrás 30 días para probar el pastafarismo, y si no te gusta, estamos convencidos de que tu antigua religión te volverá a acoger con los brazos abiertos".
Además, en su apartado de 'Preguntas frecuentes' se preguntan algo que se habrá cuestionado más de un lector: "Tu 'religión' ofende mis creencias. ¿Qué debería hacer si me parece que os burláis de ellas?". La respuesta, no podría ser más... ¿paródica? "Nuestras creencias alternativas en modo alguno se burlan de tus creencias más de lo que las tuyas se burlan de las nuestras. Los que creen en el Monstruo del Espagueti Volador son pacíficos, abiertos de mente, tienen una buena formación y rechazan de plano el dogmatismo. Nunca hemos empezado una guerra ni hemos matado a otros por sus creencias contrarias a las nuestras. Compara nuestro historial con el tuyo".
¿Alternativas?
¿Verá España algún día ritos pastafaris oficiales? Sus fundadores no se cansan de repetir de que piensan acudir hasta el Tribunal de Estrasburgo para ser reconocidos porque "España está vulnerando nuestro derecho constitucional a la libertad religiosa".
Mientras tanto, se pueden ir consolando con logros menores en otros países, como el de Lukas Novy, quien ganó en 2013 la batalla legal contra la República Checa por su derecho a aparecer en la foto del DNI con un colador de pastas en la cabeza, uno de los símbolos de esta religión. Un año más tarde, el político Christopher Schaeffer juró su cargo como alcalde de Pomfret, Nueva York, con este elemento propio de la cocina en la cabeza.
A la espera del recurso presentado ante el Tribunal Supremo, esta atípica religión ha decidido "hacer caso" a las últimas líneas del fallo de la Audiencia Nacional que señalaba que nada les impedía asociarse. En ello está desde Alicante, el reverendo Anto, para lo cual se han valido de una asociación en desuso y de su CIF (Asociación y Análisis de Estudios Políticos) y le han dado la vuelta: "Asociación de Estudios y Análisis Pastafaris".
El último paso, del que confían en que no van a encontrar ningún inconveniente, es comunicarle al registro el cambio: "Pero eso lo haremos cuando nos apetezca, que como somos una religión muy laxa, nos pensaremos ir a legalizar la asociación un día de estos, si el Monstruo del Espagueti Volador quiere".