El 5 de agosto de 2021, Antena 3 Televisión televisión emitió el primer capítulo de 'Benidorm', la serie que habla de la historia de un notario vasco, que tras enterarse de que le quedan pocos meses de vida, decide ir a reencontrarse con el amor de su adolescencia al Manhattan mediterráneo.
Pero este artículo no pretende convertirse en el espóiler de ninguna serie, sino más bien contar una historia real: la aventura de una pareja de sexageneraios que el mismo día del estreno, pero 60 años antes, abría por primera vez las puertas del hotel Colón, escenario de la serie.
En agosto de 1961, Felipe Llorca y Magdalena Orozco deciden modificar su casa de toda la vida para montar un pequeño hotel con vistas al mar, en el paseo Colón de Benidorm. La nieta de los fundadores, Azahar Maris Llorca (cogerente del negocio familiar junto a su hermano Felipe), se emociona al recordar como su abuelo, carpintero de barcos, dio un giro completo a su vida para convertirse en empresario. "Mi abuela era de fuera, de la zona de la huerta, y cuando sus familiares venían a la ciudad, siempre se hospedaban en su casa. Ellos bromeaban con la idea de que tenían que montar un hotel", cuenta Azahar.
Quizá escuchar esa frase durante tantos años, fue lo que hizo que Felipe, de 69 años, y su esposa Magdalena, vendieran todas sus propiedades y, con ayuda de algunos préstamos del banco, lograran levantar El Colón. "A la edad que todo el mundo se jubila es cuando mi abuelo construye el hotel", aclara Azahar.
Por aquella época, las hijas de la pareja (Rosa y Magdalena) tienen 15 años, y todos juntos colaboran en el negocio familiar. El empresario belga, Erik Marís, se casa con Rosa, la madre de Azahar y se va hasta Madrid para estudiar en la Escuela de Hostelería y Turismo para formarse en el sector. Aunque Erik ya sabía de primera mano lo que era trabajar en el sector, puesto que sus padres tenían otro hotel en Benidorm, 'La Paloma'. "Mi padre se hizo cargo del hotel y fue el director durante más de 55 años", explica Azahar.
La nieta de los fundadores cuenta que, con aunque el tiempo ha pasado, El Colón ha sido siempre fiel al concepto de pequeño hotel familiar (tiene 38 habitaciones), y que los empleados son una parte fundamental del mismo. "La mayoría de los trabajadores han estado con nosotros entre 30 y 40 años. Son nuestra familia. Muchos de ellos, incluso, han conocido a sus mujeres trabajando aquí.Tenemos vínculo con todos ellos", aclara.
Sobre la serie
Pero no es la única anécdota que hay tras estas paredes, ya que el mismísimo Raphael se hospedó allí el año que ganó el Festival de la Canción de Benidorm en 1962. Pero lo curioso no es que el cantante se quedara allí esa noche, sino que 60 años después, uno de los directores de 'Benidorm' es su hijo, Jacobo Martos. "En cuanto supimos quién era le contamos que Raphael también había estado aquí". Mi padre siempre ha bromeado con la idea de ponerle a la habitación la 'suite de Raphael'.
A nosotros nos avisaron, desde 'Benidorm Film Office', de que la serie buscaba un hotel pequeño familiar. El equipo hizo una selección entre varios hoteles con ese perfil: ubicados en primera línea de playa y que mantuvieran su estética inicial. Vinieron a verlo y dimos el perfil", cuenta Azahar Maris.
Para finalizar, la copropietaria del Colón habla de que Raphael y Jacobo no han sido los únicos personajes conocidos que han pasado por allí. A finales de los años 80, también lo hicieron los mandos de la VI Flota americana cuando sus portaviones y otros buques de combate fondeaban en Benidorm.