Tras la campaña 2020 marcada por la pandemia, el sector del juguete espera recuperar las cifras de 2019 en una campaña navideña que, de manera inevitable, estará supeditada a los problemas del transporte a nivel internacional derivados de la crisis de las materias primas focalizada en Asia.
Por lo que reconoce la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), con sede en la localidad alicantina de Ibi, el sector no va a escapar a esta encrucijada donde ya se ha visto especialmente afectados otros como el automovilístico, también ordenadores, electrodomésticos o equipamientos de fábricas y, en definitiva, todo aquel que dependa de los chips o semiconductores, componentes vitales y que escasean a raíz del parón ordenado en las fábricas asiáticas por la pandemia.
Desde el sector juguetero, explican, temen "que haya rotura de stock en algunos juguetes", aunque a continuación tratan de calmar a la clientela afirmando que el sector cuenta con una amplia oferta de productos que podrán seguir cumpliendo los deseos de los más pequeños".
A esto hay que asumir otra variable, el aumento de precio de los juguetes que se va a aplicar ante el encarecimiento de las materias primas y del transporte, así como de la factura de la luz en España, que han llevado a un aumento de costes de hasta un 40%, señalaron hace unos días fuentes de AEFJ.
Por ejemplo, el sector está pagando desde los principales puertos del sudeste asiático al de València un 400 % más que hace un año por un contenedor de los llamados grandes (40 pies). Según los datos de la patronal, por un contenedor de los de mayor tamaño cargado se pagaba 3.000 dólares en 2020, mientras que ahora el precio se ha disparado hasta los 15.000 dólares de media.
¿Repercutirá esta especie de tormenta perfecta en los precios, sobre todo con vistas a la campaña de Navidad?, el responsable de Promoción Exterior de AEFJ, Oliver Gine ha comentado que "dependerá de cada empresa", pero ha asegurado que los catálogos "van a estar disponibles y al alcance del consumidor".
Así con todo, la evolución de las ventas nacionales e internacionales a lo largo del año ya ha dado buena muestra de la deseada nueva normalidad. Las exportaciones han ido en aumento desde inicios de año situándose en julio un 25% por encima de 2020 y un 20% con respecto a 2019. Por su parte, el mercado nacional crecía un 3,7% hasta agosto con respecto a 2020, pero sin recuperar todavía las cifras todavía de 2019. Ahora, con la crisis global de materias primas, estas cifras podrían verse empañadas en los próximos meses.