El domingo es el día de la semana que muchas personas eligen para hacer alguna actividad especial con la familia. Alicante ofrece la oportunidad de disfrutar del mar, de la montaña, el campo o de la belleza de sus pueblos de interior. Estas son algunas escapadas y actividades para disfrutar de los encantos de la provincia con los más pequeños de la casa.

1. Convertirse en birdwatcher

Alicante tiene muchos lugares que merece la pena conocer. Tiene playa, pero también tiene montaña. Y sobre todo presume de tener un otoño con temperaturas cálidas y días soleados, algo que no solo gusta a las personas, sino que los animales, en concreto las aves, también agradecen.

Las lagunas saladas de La Mata y Torrevieja, las Salinas de Santa Pola, el Marjal de Pego-Oliva y El Hondo de Elche son los humedales que eligen las aves para pasar el invierno en Alicante. Hay mucha gente que mezcla dos de sus hobbies: el senderismo y el turismo ornitológico en una sola actividad, el birdwatching u observación de aves.

Avanzatour es una empresa de Elche especializada en el turismo ornitológico, y organiza diferentes rutas por los parques naturales de la provincia. En el Hondo de Elche y Crevillente disponen de diferentes itinerarios, una de ellas está pensada precisamente para realizarla con niños, incluso con el carrito del bebé. "Es una zona muy agradable para los niños, pero también para la tranquilidad de los padres. No hay peligros y tienen una zona para correr enorme. Además, están aprendiendo", cuenta María Rodríguez, guía de Avanzatour.

2. Conoce el Medievo

Los castillos y las fortalezas medievales son edificaciones que también abundan en los pueblos de la provincia. Visitar estos castillos puede ser una entretenida forma de aprender sobre el pasado y apreciar estas edificaciones con siglos de historia. Una idea puede ser la de subir a los castillos como si de un juego pirata se tratase, estimular la imaginación de los niños en busca de un tesoro perdido o simular un ataque pirata en el que somos marineros y tenemos que proteger la población.

En la ciudad de Alicante hay dos, Santa Bárbara, que es el principal, y después en la cima del Monte Tossal está el Castillo de San Fernando. En la vecina localidad de Villena se encuentra el Castillo de La Atalaya, una fortaleza construida a finales del siglo XII. La localidad de Guadalest, uno de los pueblos más bonitos de España, cuenta con el castillo de San José, una edificación levantada por el imperio árabe en el siglo XI.

Estos son solo algunos de los castillos que tiene la provincia de Alicante, pero también hay otros de gran valor como la fortaleza de Santa Pola, el Castillo de Dénia, el Castillo de Castalla, Castillo de Sax, el Castillo de Petrer o el de Banyeres de Mariola.

3. Transpórtate al pasado



Los restos arqueológicos ofrecen una perspectiva física y real de la forma de vivir de los antepasados. En Alicante destacan tres. En primer lugar, el Santuario del Pla de Petracos en Castell de Castells, uno de los más destacados ejemplos en toda Europa de Arte Macroesquemático.

Por otro lado, el Tossal de Manises, el solar de la ciudad romana de Lucentum, la antigua Alicante. Finalmente, la Illeta dels Banyet en El Campello, uno de los yacimientos arqueológicos alicantinos conocidos y excavados desde hace más tiempo.

4. Adéntrate en sus cuevas

Los niños suelen divertirse y sentir curiosidad por investigar el interior de una cueva, cavidades misteriosas protagonistas de historias y leyendas sobre la provincia. La Cueva de Adsubia o del Canelobre en el Tossal de Llop. Las Cuevas del Canelobre, en plural, están situadas en la sierra Cabezón de Oro, en el término municipal de Busot. Los habitantes de la zona conocen el lugar como la "catedral más antigua del mundo, surgida de la naturaleza". 

En la Vall d’Ebo, una localidad con poco más de 200 habitantes, se encuentra la Cueva del Rul. La Cueva de las Calaveras en Benidoleig, en la que se encontraron restos de doce personas en su interior. Por último, entre los municipios de Dénia y Jávea se encuentra la Cova Tallada, una impresionante gruta excavada al pie de los acantilados en el interior del cabo de San Antonio.

5. Descubre la provincia andando

El senderismo es otra de las actividades favoritas para vincular a los niños con la naturaleza. Practicar deporte en familia puede convertirse en algo divertido, sobre todo si elegimos un sitio con vistas bonitas y nos llevamos la merienda a cuestas para hacer una paradita a medio camino.

Las rutas azules pueden ser una opción si además queremos sumar el agua a nuestro plan. Las Rutas Azules son una propuesta de la Diputación de Alicante para conocer y disfrutar del patrimonio hídrico alicantino. En total son 6 rutas azules que discurren por parajes naturales llenos de vida y naturaleza. Alto y Medio Vinalopó, Bajo Vinalopó y Bajo Segura, Ríos Guadalest y Algar, Marjal de Pego-Oliva, Río Agres, Ríos Amadorio, Sella y Penáguila.

6. Visita sus museos

El Museo del Juguete en Ibi, el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) o el Museo The Ocean Race, un espacio para los amantes de la regata, son solo tres de las paradas con las que cuenta Alicante para aprender y divertirse en familia.

'Etruscos. El amanecer de Roma' es la apuesta del MARQ por la civilización italiana que dio origen al más famoso imperio de la antigüedad. La exposición que se podrá visitar hasta diciembre muestra algunos aspectos de la civilización como su devoción por el vino como algo sagrado y la importancia de las mujeres en su sociedad.

'Grandes mujeres en la PlastiHistoria' es una exposición compuesta por 20 personajes femeninos desde la Prehistoria hasta el siglo XXI, cuyo material principal es la plastilina. El Palacio Provincial es el lugar en el que se puede apreciar esta exposición impulsada por la Diputación y la Fundación Educa hasta el próximo 21 de noviembre. La ciudad de Alicante también cuenta con otros espacios culturales como el Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG), el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), el Museo de Belenes, el Museo de Aguas de Alicante y el Museo de las Hogueras.