La droga de la violación, como se conoce al ácido γ-hidroxibutírico, es uno de los métodos más usados para lograr la sumisión química. Al ser incoloro e imperceptible al paladar cuando está disuelto, los agresores lo aprovechan para facilitar los ataques sexuales. Frente a ello unos investigadores valencianos han creado el proyecto Nosum, un sistema que facilita la detección de esta sustancia en cualquier bebida.
El objetivo con el que el grupo de investigación MODeLiC y ScienceFlows lanzaron esta idea era desarrollar un lote fácil de usar que detectara este ácido. Con su sistema pretendían que se pudiera identificar en cualquier bebida si se había vertido este GHB.
Como destacan sus responsables, querían "dotar a la sociedad, y especialmente a las mujeres, de un kit de detección rápido que les permita conocer en el momento si la bebida ha sido adulterada". Y, así, "ayudar a garantizar su seguridad". De esta forma, prosiguen, pretenden complementar las campañas de sensibilización y educación para terminar con este tipo de agresiones.
¿Cómo funciona? El reactivo que incluye Nosum cambiará de color o pasará a ser fluorescente en el caso de mezclarse con el éxtasis líquido. El sensor desarrollado por MODeLiC funciona tanto con bebidas alcohólicas como con bebidas carbonatadas, incluso cuando están mezcladas. En estos momentos se está mejorando el kit para facilitar su portabilidad y uso.
Efectos del GHB
Estos equipos de investigadores de la Universitat de València explican en su proyecto que el éxtasis líquido se emplea como droga recreativa por sus efectos euforizantes y socializadores. El mayor peligro que genera su consumo está en que "origina somnolencia y, sobre todo, anula la voluntad de quien la ingiere". Hasta el punto, alertan, "que provoca la pérdida de conciencia de la realidad".
La popularización de su uso entre los agresores sexuales está en la dificultad de detectarlo. El compuesto se metaboliza rápidamente en el organismo, explican desde Nosum. Es decir, no aparece ni en la sangre ni en la orina a través los análisis toxicológicos sistemáticos. Eso hace que si la víctima percibe que ha sido víctima de esto, en el centro de salud será muy difícil que hallen pruebas de que se haya producido por sumisión química.
Talleres de pruebas
El proyecto, financiado por el Ministerio de Salud dentro del Plan Nacional de Drogas, está ahora en fase de pruebas. Como recoge Efe, la UV ha abierto este martes una serie de talleres en las que se seleccionarán 150 estudiantes universitarias de entre 18 y 28 años. Estas participarán de una sesión abierta de formación en la que recibirán 3 kits de detección rápida.
Desde el proyecto Nosum especifican que si bien el objetivo final del proyecto es poner a disposición de toda la sociedad los kits de detección rápido, los datos muestran que el 93% de las víctimas son mujeres.
De momento, las pruebas presenciales se realizarán entre octubre y diciembre en los tres campus de esta universidad valenciana. A eso añadirán sesiones en línea para estudiantes de otras universidades. Como apuntan desde Nosum, para poder inscribirse hay que responder una encuesta disponible en su página web.