El exobispo de Alicante Francisco Álvarez Martínez, que estuvo al frente de la Diócesis Orihuela-Alicante entre 1989 y 1995, ha fallecido este miércoles a los 96 años.
El actual arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha comunicado "con tristeza" a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles de la Archidiócesis la muerte de Álvarez Martínez este miércoles a las 6:45 horas en un hospital de Madrid "tras una larga enfermedad".
Nacido en Llanera (Oviedo) el 15 de julio de 1925, monseñor Álvarez Martínez fue ordenado sacerdote en Oviedo el 11 de junio de 1950 y el 13 de abril de 1963 fue preconizado obispo de Tarazona, recibiendo la ordenación episcopal el 3 de junio de ese mismo año.
El 20 de diciembre de 1976 fue nombrado obispo de la Diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño, sede de la que tomó posesión el 16 de enero de 1977, y doce años más tarde, el 17 de junio de 1989, tomó posesión como obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, desde donde se trasladó a la Primada de Toledo en 1995.
Francisco Álvarez Martínez fue nombrado arzobispo de Toledo el 23 de junio de 1995 y tomó posesión el 24 de septiembre de ese mismo año, sustituyendo al cardenal Marcelo González Martín, que ejerció desde 1972 hasta 1995.
Siendo arzobispo de Toledo, el 26 de junio de 1996 fue nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Cuenca hasta el nombramiento y toma de posesión de su nuevo obispo.
En su escrito, el arzobispo Francisco Cerro ha destacado que en sus siete años en Toledo configuró la archidiócesis primada en su actual estructura pastoral y desarrolló numerosas iniciativas de acción evangelizadora y social, entre ellas, la creación del Hogar 2000, para la acogida y tratamiento de enfermos de sida, o la creación de la televisión diocesana.
El papa aceptó la renuncia, por edad, de Francisco Álvarez Martínez el 24 de octubre de 2002. No se han ultimado todos los detalles del funeral, que tendrá lugar en Toledo, ha informado a Efe la Archidiócesis.
Reacciones políticas
Distintos responsables públicos han mostrado el pésame por la muerte del cardenal emérito, entre ellos el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha destacado que "Toledo pierde hoy otra persona importante" y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien ha subrayado que "dejó una profunda huella espiritual en Toledo".