El vecindario del extenso campo de Elche lleva años denunciando robos en sus viviendas. Sin embargo, ha sido en los últimos meses cuando han puesto el grito en el cielo ante lo que algunos han calificado como oleada de robos de perros. Se trata de una tendencia recurrente no solo en España, sino en otros países, que tiene como finalidad venderlos o destinarlos a peleas ilegales y apuestas.
Una de las últimas víctimas ha sido Celia, propietaria de, entre otros, dos mastines italianos grandes; uno de ellos sigue desaparecido desde el pasado 27 de enero, el otro, al parecer, volvió a su casa de campo al poco de ser sustraido, situada en la partida de Asprillas, "destrozado". "Lo habían maltratado y arrancado todas las uñas de las patas, pero afortunado porque pudo escapar de un fin peor", le explicó el padre de Celia, Oscar Botella, al alcalde de Elche, Carlos González, en un escrito.
Por su parte Celia afirma que se despertaron esa mañana y se encontraron con la puerta abierta "de par en par"; "el sensor estaba totalmente caído con los cables estirados y la cerradura manipulada, se notaba que lo habían toqueteado", asegura .
Ella y su pareja tienen cuatro perros, dos de ellos, Rick y Morty, se los encontraron hace año y medio en la carretera en muy mal estado de salud. Desde entonces, vivían con ellos y siempre se habían mostrado "inseparables".
Pero esa mañana Morty no aparecía, mientras que Rick "estaba raro", se encontraba acostado en el sofá. Salieron a buscarlo, sin éxto. "Volvimos a casa y nos dimos cuenta que Rick no tenía uñas en las cuatro patas, que estaban ensangrentadas y en carne viva". También mostraba "una mirada desorientada" y tenía signos en el cuello de haber portado algún lazo "y eso que nosotros nunca le hemos puesto correa".
A continuación, denunciaron el posible robo en la Policía y, desde entonces, esta pareja lucha por "no perder la esperanza". "Estaba tan unido a Rick, era tan fiel a nosotros que Morty si pudiera venir, aunque sea rompiendo vallas, lo haría", dice convencida su dueña.
Por su parte, su padre, como refleja en el escrito dirigido al alcalde, cree que, por desgracia, en muchos casos los perros robados "son utilizados como sparring para entrenar a perros de pelea, les arrancan las uñas, los rocían con productos químicos, les dan sustancias que los alteran y si sobreviven son cosidos en vivo y vueltos a utilizar hasta que terminan destrozados y moribundos".
¿Oleadas?
Cuando Celia preguntó en el vecindario si habían visto a su mascota, se encontró con testimonios que aseguraban que a ellos les habían robado a sus perros. "Últimamente, se han dedicado a robar perros por la zonas de Atzavares, Valverde, Perleta y otras", agrega.
A este respecto, el primer edil, añade Oscar Botella, le llamó ese mismo día para confirmarle que "tenían constancia de estos robos" y que una "unidad especializada de la Policía de Elche" esta encargada de estos casos.
Preguntado al concejal de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad descarta que se pueda hablar de oleada. "Normalmente no suelen robar perros, y no se puede considerar que haya una banda dedicada al robo de estos animales", responde. "Y en todo caso queremos evitar esos términos que causan alarma social", añade.
Lo cierto es que en las últimas semanas la Policía Local de Elche ha reportado varios sucesos relacionados con robos de canes. Hace unos días, detuvieron a un hombre de 42 años por reincidir presumiblemente en el robo de perros en Atzavares Alt tras supuestamente haber robado otros dos perros a principios de año en esa misma pedanía.
Asimismo, en diciembre del año pasado, la Policía Local de Elche localizó un criadero ilegal de perros potencialmente peligrosos en la partida de Saladas, donde el dueño los vendía sin autorización. En otro punto de la ciudad, y en pleno verano, este cuerpo localizó el mayor criadero ilegal de perros de raza en la ciudad, con 137 canes en diferentes zonas separados por edad, sexo, y salas de paritorio.