Alicante

Una unida Calpe dice "no" a la macrogranja marina que una multinacional va a instalar en las próximas semanas en sus aguas. Desde el partido del gobierno local, el PP, empresarios del sector, pescadores hasta ecologistas de diferentes asociaciones. Todos están en contra de los planes empresariales de Avramar, cuyas granjas marítimas flotan desde las costas griegas hasta las canarias, pasando por todo el Mediterráneo. 

Y todo, después de la resolución de la Generalitat Valenciana de dar luz verde a la ampliación de la piscifactoría, en terreno de la vecina Altea, y si bien ha estado cerrada pasará de 220 toneladas a 3.000 toneladas anuales para criar corvinas, lubinas y doradas, según el portal 'Mis peces'. 

Los planes inmediatos de la mercantil acuícola pasan por convertirse en una macrogranja que pasará a ocupar una superficie de 550.000 metros cuadrados en terrenos de dominio público marítimo terrestre frente a la costa de Calpe en la que se instalarán 24 viveros flotantes de 32 metros de diámetro divididos en tres grupos.

Es por ello por lo que la alcaldesa de Calpe del Partido Popular, Ana Sala, está trabajando en levantar un frente común de toda la sociedad calpina para oponerse a esta instalación. “Vamos a utilizar todos los medios que estén a nuestro alcance para seguir en esta lucha a la que queremos que se sume todo el pueblo de Calp porque está en juego el futuro de nuestro municipio”, dijo tras el encuentro con empresarios, pescadores y ecologistas. 

Un instante de la reunión coordinada por la alcaldesa Ana Sala la semana pasada.

Así que, además de constituir una plataforma que coordine actividades de protesta, como manifestaciones o recogidas de firmas, el consistorio va a presentar un recurso de alzada contra la decisión de la Generalitat. Para ello el Ayuntamiento ha sacado a licitación la elaboración de un informe técnico que servirá de base al recurso y se ha insistido en que deberá aportar nuevos argumentos que fundamenten la oposición a la ampliación de la granja marina y por tanto, que no hayan sido rebatidos con anterioridad por la Generalitat.

Argumentos

Unos de los principales argumentos contra estas piscifactorías lo están aportando los diferentes colectivos ecologistas. Uno de ellos estuvo presente en ese encuentro de hace unos días. Se llama Richard Barreno y es de Ecologistas en Acción de la Marina Baixa. 

En su caso, como miembro de la Junta Rectora del Parque Natural de Serra Gelada, que colinda con la piscifactoría en cuestión, lleva unos cuatro años asistiendo a los pretensiones que la mercantil ha trasladado a la dirección todo este tiempo. 

Pero se han ido chocando con la oposición de sus miembros y con el plan de ordenación del parque, que establece límites a la ampliación de sus redes, lo que llevó a la empresa a desmantelar la piscifactoría en Altea, dentro del parque natural y trasladarla fuera de dicho parque, justo enfrente de la costa de Calpe.

El resultado, con el visto bueno del gobierno valenciano es que va a ser "cuatro veces más grande", asegura. Barreno, provocando que "la población local esté muy nerviosa". 

¿Por qué? Porque, entre otras cuestiones, este ecologista estima que entre un 15 y 20 por ciento del pienso con el que se alimenta a los peces de esta piscifactoría son antibióticos como florfenicol u oxitetraciclina. “Los peces no están hechos para vivir en jaulas y al estar enjaulados crean enfermedades por lo que se les suministra antibióticos para evitarlas”, ha señalado, "con el perjuicio que implica el uso prolongado de antibióticos en cualquier ser vivo". 

"Nos tratan de vender que las piscifactorías son lo más ecológico que existe, pero no es así", concluye. "Porque ese antibiótico no se queda solo en estos peces, sino que se expande al resto del mar", sostiene. Otras de las dudas que se pregunta a sí mismo es que, cuando esté instalado, cómo van a afectar estos medicamentos a la pesca artesanal de la zona o a la recreativa, que también abunda. 

A este respecto, el concejal de Territorio de Calpe, Juan Manuel del Pino dijo hace unos días que habría que incidir en por qué Calpe no es el lugar idóneo para la instalación de una piscifactoría. “Aquí tenemos un parque natural y prácticamente la única industria que tenemos en Calp es la turística”, senaló.

En el margen 

Por su parte, Marco Bittner, de la Asiociación Cultural y Ecologista de Calpe ACEC, también presente en esa reunión, recuerda que, en el caso de este colectivo, "desde el minuto cero estuvimos en contra de unas piscifactorías", cuya primera instalación tuvo lugar hace 12 años.

"Sabemos que esto es una macrogranja y ellos han sido bastante diligentes y lo que han hecho es colocar la granja en el margen de Calpe, en una zona limítrofe del territorio, conscientes de que las corrientes van normalmente hacia el Atlántico y las heces y vertidos pasarán por Altea", afirma, por lo que cree que la localidad vecina también debería oponerse. 

A su juicio, habla de que los peces van a estar "hacinados" y que al tratarlos con medicamentos, "eso hace que entre en la cadena trófica del Mediterráneo". Pero a su vez, reconoce que solo tienen valoraciones de universidades como la de Alicante sobre los posibles efectos, "pero no tenemos ningún estudio fehaciente y solo podemos contar lo que pasa en otros sitios".

En la campaña de sensibilización que van a realizar no va a faltar un paralelismo con otras granjas. "Imagínate que se escapen 2.000 cerdos de una granja, pues aquí lo mismo, porque tiene que haber en todo momento 7.000 lubinas".  

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