La confianza que se había ganado en años trabajando como empleada del hogar permitió a una mujer hacerse con decenas de joyas familiares de las casas en las que trabajaba usualmente para ancianas. Esa es la acusación que pesa sobre la arrestada por la Policía Nacional en Elda y de la que se considera que había conseguido quince mil euros mediante la venta de estas alhajas hurtadas.
El punto de partida fue la denuncia de una mujer de 76 años en la Comisaría de Policía Nacional de Elda. En ella explicaba que echaba en falta una cantidad de joyas considerable y que no había observado ningún síntoma de robo en su casa. Su sospecha, como añadía, se dirigía hacia la mujer que tenía contratada como empleada de hogar quien, si bien no disponía de llaves para acceder, sí que contaba con su completa confianza para quedarse sola en el domicilio si era necesario para realizar su labor, dado que la conocía desde hacía mucho tiempo.
La investigación de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría descubrió que esta empleada había estado vendiendo una gran cantidad de joyas al menos desde 2017. Con eso el equipo de agentes elaboró un minucioso álbum fotográfico con todas estas joyas para mostrárselo a la víctima. Para su sorpresa se encontró con joyas que reconocía como propias y que ni siquiera había reflejado en la denuncia. Gracias a fotos propias que tenía, los agentes pudieron comprobar que también le pertenecían.
Los agentes, ante la sospecha de que todas las joyas vendidas por la investigada pudieran ser de procedencia ilícita, inmediatamente intervinieron todas las que aún eran recuperables. Y así le pudieron devolver a la víctima parte de las que le habían sustraído a lo largo de los años.
Joyas olvidadas y perdidas
Esta primera parte de la investigación abrió las puertas a un mayor seguimiento. Como había explicado esta primera víctima, se había encontrado en el catálogo con joyas de muy poco uso para ella y de las que no había detectado su falta. En ese álbum que había confeccionado la Policía a partir de la gran cantidad de ventas que había realizado la investigada quedaban muchas por asignar.
Esta mujer trabajaba en más domicilios como empleada del hogar, así que los agentes les mostraron a las presuntas víctimas estas imágenes. Y así descubrieron que todas ellas llegaron a reconocer algunas de las joyas del álbum fotográfico como de su propiedad. ¿Qué había pasado? Ninguna de las nuevas víctimas había presentado denuncia porque no se habían dado cuenta de su desaparición ya que no las solían usar o porque pensaron que no las encontraban por despiste personal.
A partir de todos estos indicios los agentes detuvieron a esta mujer como supuesta autora de un delito continuado de hurto. Durante el registro domiciliario que se realizó en su detención se encontraron aún con más joyas y 2.200 euros en efectivo. Por eso la Policía destaca que la investigación sigue abierta ante la sospecha de que pudiera haber más víctimas que aún no tuvieran conocimiento de su desaparición.
Cómo trabajaba
El comunicado de la Policía explica que el modo de trabajar de la presunta autora de estos hurtos estudiaba cuáles eran las joyas que se usaban y cuáles no. Así aparecían las de los cónyuges fallecidos, de antepasados o de niños pequeños. De ahí que destaquen otro factor, además del elevado valor económico que en su mayoría tienen, cuentan con un alto valor sentimental para las víctimas.
La detenida, de nacionalidad española, 62 años de edad y sin antecedentes previos, fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Elda.
El comunicado policial concluye recordando la importancia de tener fotografías de las propias joyas y sus características para poder ayudar en la identificación de las mismas. Así, también recuerda que los responsables de los establecimientos de compraventa de joyas y metales preciosos colaboran con las autoridades en la investigación de estos casos cuando se duda de su lícita procedencia.