Las joyas de la familia, fundidas. Así se ha quedado una familia de Alicante después de que la Policía Nacional haya arrestado a una mujer acusada de robar las alhajas para su posterior venta de la caja fuerte de la casa en que trabajaba. Hasta en nueve ocasiones lo habría hecho en diferentes establecimientos especializados.
La propietaria de la vivienda denunció estos hechos en la Comisaría de Distrito Centro de Alicante después de comprobar la desaparición de sus joyas. Como explicó a los agentes, lo primero que hizo saltar las alarmas fue que echó en falta la llave de la caja fuerte que tenía en el domicilio. La ahora arrestada la ayudó entonces a buscarla aunque ninguna de las dos consiguió dar con ella.
El misterio de la desaparición de esta llave se resolvió días después, según el relato de la denuncia. En el comunicado de la Policía Nacional recogen que la propietaria se encontró esta llave dentro de la mochila que se había dejado su empleada entreabierta. Al aparecer de esta forma, rápidamente fue a abrir la caja de caudales.
El lugar en el que hasta entonces custodiaba gran cantidad de joyas ahora se encontraba desvalijado. Según explicó la propietaria a los agentes de la comisaría, allí guardaba once collares, cuatro juegos de pendientes, cinco anillos y un reloj de alta gama, entre otras valiosas pertenencias. Al cerrar la caja, selló también su determinación de despedir a la empleada y denunciarla por el robo.
Vendidas en tres tiendas
Los agentes del Grupo de Investigación de esas dependencias con la denuncia ya en mano emprendieron su labor y averiguaron que la denunciada había vendido las joyas en tres establecimientos de la ciudad. Según sus datos, lo habría hecho hasta en nueve ocasiones diferentes, con lo que obtuvo el que definen como "un sustancioso botín", que no han determinado en su valor concreto.
Con los hechos comprobado por los agentes, faltaba la detención de la presunta autora, una mujer de 37 años y nacionalidad española. Esta ha sido puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante. Si bien, como puntualizan desde el comunicado de la Policía, las joyas no se han podido recuperar. Los establecimientos en los que se habían vendido las joyas ya las habían fundido para su posterior comercialización mientras que el valioso reloj se había vendido a una tercera persona.
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