A quién no le ha pasado alguna vez que al intentar pagar por bizum se ha equivocado; ha puesto un destinatario erróneo, una cantidad de dinero equivocada o incluso le ha dado a la opción de 'pedir dinero'. Algo similar es lo que le ocurrió el pasado mes de septiembre a un cliente invidente en un bar de la localidad de Petrer, que ha tenido que denunciar los hechos a través de la Policía. Así lo adelantó ayer Las Provincias.
El hombre fue a pagar su consumición antes de marcharse del local. Sin embargo, un fallo en su tarjeta de crédito le obligó a utilizar la aplicación Bizum para pagar por teléfono y aquí fue cuando se desembocó el fatídico error. La cuenta era de 9,60 euros, pero se equivocó y no puso la coma, por lo que finalmente acabó pagando 960 euros: la consumición más cara de toda la historia.
Normalmente, estos fallos tienen fácil solución porque basta con decirle a la persona en cuestión que te devuelva el dinero, y suele hacerlo. Sobre todo cuando se trata de un error tan evidente en la cuenta de un bar, que seguramente habría quedado registrada en algún ordenador o máquina. Esto mismo fue lo que pensó el cliente, que inmediatamente después de darse cuenta lo que le había ocurrido con el bizum pidió al dueño del bar que, por favor, le devolviera su dinero. En un primer momento, el denunciado dijo que sí que lo haría, pero con el paso del tiempo la víctima empezó a pensar que quizá no cumpliría con su palabra.
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Asimismo, para evitar males mayores, la persona invidente se fue a la comisaría de la Policía Nacional en Elda para comunicar a los agentes lo que había sucedido y que posiblemente el dueño del establecimiento no tenía la voluntad de hacerle el pago. Por lo que, de esta forma, quedó tramitada la denuncia.
Ahora, la decisión sobre si el bar deberá o no devolver los más de 900 euros al cliente supuestamente engañado está en manos de los Juzgados de Elda. Este es todo un ejemplo de la importancia de una coma, sobre todo cuando se trata de nuestro dinero.
En estos casos también es importante tener empatía porque un fallo así lo puede tener cualquiera, y seguro que a nosotros también nos gustaría que nos devolvieran un bizum erróneo, sobre todo cuando se trata de 960 euros. Nunca sabemos la falta que le puede hacer el dinero a la persona que está al otro lado del teléfono. Y aunque le haga más o menos falta, al fin y al cabo es su dinero.